Si todos los profesionales necesitan mantenerse al día en cuanto a los conocimientos necesarios para desarrollar su trabajo, en el caso de los autónomos el reciclaje profesional es todavía más importante. Y es que aquellos que están dados de alta en el RETA no solo tienen que saberlo todo en cuanto a su profesión, también deben manejar otras disciplinas como la contabilidad o el marketing.
Sin embargo, la relación entre los autónomos y la formación siempre ha sido complicada. Por un lado les resulta complicado encontrar tiempo para seguir formándose, y por otro tampoco la Administración se lo pone fácil y no pueden acceder a la formación bonificada, lo que limita sus posibilidades de aprender sin tener que invertir dinero.
3Autónomos con empleados y formación bonificada
Se da la curiosa paradoja de que el autónomo ahora mismo no puede acceder a la formación bonificada, pero si tiene empleados a su cargo sí puede ofrecer la misma a sus trabajadores. Esto redunda en su propio beneficio, puesto que unos trabajadores mejor formados estarán más motivados y serán más productivos.
Cuando un autónomo tiene empleados a todos los efectos es como si fuera un empresario, por lo que puede acceder a los créditos de formación bonificada y ofrecer cursos a sus empleados. Lo que no puede en ningún caso es apuntarse él mismo a ese curso que van a recibir sus trabajadores, por mucho que le interese y por muy bien que le venga para su actividad.