Las patatas bravas son una de las tapas más típicas que nos podemos encontrar en los bares españoles. Sin embargo, a la hora de hacerlas en casa nos encontramos con que no nos saben tan ricas como en el bar. Y dado que ahora lo de tomar unas cañas y unas tapas en nuestra terraza favorita está cada vez más complicado, es hora de buscar una solución.
¿Quieres hacer unas bravas de escándalo? Pues presta atención a lo que vamos a contarte, porque tenemos todos los trucos para que el resultado sean unas patatas crujientes por fuera y tiernas por dentro, y una salsa con su punto justo de espesor y de picante. Te gustarán tanto que las acabarás haciendo muy a menudo.
3Preparación paso a paso de la salsa para las patatas bravas
Comenzamos picando bien la cebolla y los ajos (unos cuatro o cinco son suficientes). En una sartén con aceite a fuego medio añadimos la cebolla y los ajos y una pizca de sal, y lo vamos cocinando hasta que los ingredientes vayan cogiendo un aspecto transparente, pero sin llegar a dorarse. Esto suele tardar unos 10 minutos.
Después añadimos la harina para que la salsa coja cuerpo, lo removemos durante dos minutos para que no se queme y se integre bien. Le ponemos el pimentón y nuevamente removemos bien durante un minuto, más o menos. A continuación añadimos el agua poco a poco sin dejar de remover para evitar que puedan aparecer grumos.
En ese agua añadimos la pastilla de caldo de carne o de verduras ya desmenuzada. Pero, si tienes tiempo, lo mejor es que en lugar de añadir agua y la pastilla de caldo elabores tú el caldo. Removemos todo bien y dejamos al fuego unos dos o tres minutos para que la salsa vaya espesando. Retiramos del fuego.