Enel X, la línea de negocio dedicada a los servicios energéticos innovadores del Grupo Enel, ha recibido luz verde de la Comisión Europea para desarrollar tres proyectos presentados en el marco del segundo PIICE (Proyectos Importantes de Interés Común Europeo), dedicado a fomentar industria europea vinculada a las baterías y en el que participan 42 empresas europeas del sector.
Según ha informado en un comunicado, los proyectos de Enel X abarcan aplicaciones para la movilidad eléctrica, grandes sistemas de almacenamiento estacionario y la gestión sostenible del final de la vida útil de las baterías de litio.
«La movilidad eléctrica, además de suponer una importante aportación a la descarbonización del consumo, representa una oportunidad para desarrollar una industria italiana para la producción, desarrollo y reutilización de las baterías», ha señalado el consejero delegado de Enel X, Francesco Venturini.
Venturini ha agregado que con los proyectos presentados en el marco del segundo PIICE, se contribuirá a mejorar la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas de almacenamiento y su integración en la red eléctrica.
El primer proyecto, dedicado principalmente a la movilidad eléctrica, supone la financiación de las fases de investigación industrial y desarrollo experimental de infraestructuras de carga de alta potencia (High Power Charging) integradas con sistemas de almacenamiento de energía eléctrica.
El objetivo es promover el desarrollo de soluciones de carga ultrarrápida que respondan de manera proactiva a la evolución del mercado para tener cargadores más potentes para acortar el tiempo de carga.
La compañía también ha presentado un proyecto para desarrollar un software de optimización para sistemas de almacenamiento de tipo industrial, que también desarrollará modelos de aprendizaje automático para usar baterías de segunda vida.
Por último, Enel X desarrollará y probará soluciones industriales para la logística, el transporte, el almacenamiento, la automatización de los procesos de desmontaje y el reciclado de las baterías al final de la vida útil de los vehículos eléctricos, que solo en Italia se estima representarán unas 60.000 toneladas anuales para 2030, y de los grandes sistemas de almacenamiento para uso estacionario.