Razones de soberanía alimentaria. Este es el argumento que el gobierno francés, presidido por Emmanuel Macron, ha esgrimido para frenar la compra de Carrefour por parte del grupo canadiense Alimentation Couche-Tard. El país no podía renunciar a uno de los principales distribuidores del país, argumentó el Ejecutivo. Menos, cuando hay elecciones a un año vista. Sin embargo, no puso ninguna pega a finales del pasado año a la venta de 545 tiendas, dos supermercados y tres almacenes de otro de los grandes grupos de distribución del país, Casino, por más de 700 millones de euros a la cadena alemana Aldi.
Una doble vara de medir por parte del Elíseo que puede tener de trasfondo su interés por impulsar a Carrefour y crear un nuevo gigante que frene el interés de jugadores procedentes de otros países. Conviene recordar que Casino no vive sus mejores momentos. De hecho, en agosto de 2019 presentó un plan con el fin de reducir su deuda y recuperar la confianza de los inversores. Dicho plan concluye en el primer trimestre de 2021.
No es la primera vez que se pone sobre la mesa la posibilidad de unión en Carrefour y Casino. Sin ir más lejos, en 2018, Casino dijo haber rechazado la propuesta de fusión. Carrefour negó haberla hecho. La unión entre ambas partes supondría un balón de oxígeno a unos negocios que se están viendo afectados por la mayor competencia digital, caso de Amazon, y de tiendas descuento, como Aldi. Alimentation Couche-Tard vendió la operación como una forma de hacer frente a Amazon. No convenció.
VENTANILLA ÚNICA
Fue en 2019 cuando el Gobierno francés incluyó a la distribución alimentaria entre las actividades estratégicas sobre las que podía poner su veto para evitar su caída en manos extranjeras. Eso no fue óbice para que Aldi comprase parte de Casino.
Carrefour tiene en Europa unos 700 hipermercados. Y los resultados no acompañan en todos. Cuando nació, el elemento diferencial que ofrecía a los clientes era ser una especie de ventanilla única donde adquirir de todo. “Hoy en día, esa ventanilla única es Amazon, que sigue siendo una amenaza constante para los esfuerzos de Carrefour en la compra de comestibles en línea y sus ventas de productos no alimentarios en las tiendas”, señalan desde Bloomberg.
Sin olvidar que, sólo en suelo galo, Carrefour debe defenderse de rivales poderosos locales, como E.Lecler, y de las tiendas de descuento como Lidl y Aldi. En total, nueve gigantes se disputan la cesta de la compra. Una cesta que engordó a causa de la pandemia. Pero que, al igual que en España, tuvo como grandes beneficiados a los que aquí se denominan como supermercados de barrio. Expertos señalan que, más tarde o más temprano, habrá concentraciones en el sector.
CARREFOUR Y EL MODELO ESPAÑA
De llevarse a buen puerto la fusión entre Carrefour y Casino, la matriz de la primera podría llevar a cabo una operación similar a la que ha llevado a cabo en España con la adquisición de 172 supermercados de Supersol. Es decir, tiendas de cercanía, urbanas, como las de Casino, y que sería el perfecto complemento para sus híper del extrarradio. Además, unir Carrefour y Casino conllevaría poder comprar a los proveedores la materia prima más barata.
El fruto de la fusión sería una cuota de mercado por encima del 30% (Carrefour tiene en la actualidad el 20%). A modo comparativo, Mercadona tiene en España alrededor del 25%. Otro dato relevante es el empleo: Carrefour tiene en Francia unos 100.000 empleos directos (más de 320.000 en el total de países en los que está presente). Se trata de una piedra en el camino de la posible unión, porque habría despidos. Volviendo a España, es lo que está sucediendo en Supersol.