El caso Vivanta amenaza con abrir una crisis reputacional en BNP Paribas en España. Un temor muy real, casi un escalofrío, que recorre a muchos de los directivos de la entidad gala, según explican fuentes del sector a MERCA2. Más si cabe al comprobar como los sucesivos golpes judiciales en distintas causas, contra su socio y principal comprador de la red de clínicas Portobello, se han cobrado la cabeza de algunos de sus ejecutivos estrella.
El miedo, además, va en aumento a medida que las causas legales abiertas avanzan a buen ritmo en un buen número de juzgados madrileños. Sin ir más lejos, este mismo jueves 21 de enero de 2021, Portobello deberá declarar en el juzgado de instrucción número 49 en calidad de investigado por una querella criminal por estafa, administración desleal y falsedad. La demanda está interpuesta por el expresidente de la red de clínicas Unidental, Ignacio Martínez. Unas declaraciones que, sin embargo, debían haberse realizado antes, pero que se aplazaron debido a la paralización generalizada de los órganos de justicia por la pandemia.
La investigación dirigida por la magistrada Josefa Bustos Manjón busca dilucidar si Portobello manipuló las cuentas de la mercantil Health Gestión, que era propietaria de 17 clínicas de Unidental, con el fin de reducir hasta la mitad el valor de la compañía y así adquirirla más barata. Para ello, según relata la parte afectada, se valió de distintas artimañas como el incremento desmesurado de los gastos en material y en salarios a pesar de que las ventas se estaban desplomando o la inclusión en el balance de partidas que realmente no existían.
EL PRIMER CASO VIVANTA SE SALDÓ CON DISTINTAS DIMISIONES
Este primer caso no sería relevante para BNP, sino fuera porque la admisión a trámite de dicha querella provocó la dimisión de cuatro de directivos de Portobello. Así, el pasado 27 de marzo cuatro de los socios del fondo de inversión presentaron su dimisión, durante la celebración online de una junta general. Se trató, en concreto, de Carlos Dolz de Espejo, Juan Luis Ramírez Belaustegui, Ramón Cerdeiras Checa e Íñigo Sánchez Asiain.
Especialmente relevante fue la dimisión de este último. Más si cabe, cuando fue él mismo quien presidió la mencionada junta. Así, Sánchez-Asiain es socio fundador de Portobello y contaba hasta la fecha con una trayectoria muy relevante. El ejecutivo se licenció en Administración y dirección de Empresas por la Universidad Pontifica de Comillas en Madrid y después realizó un MBA en Harvard Business School. Más tarde, trabajó en Banco Santander en el área de private equity y en Banco Central Hispano en el área de fusiones y adquisiciones en The Boston Group.
El problema de fondo es que dicha mancha, para Sánchez-Asiain o el propio Portobello, será muy difícil de borrar, incluso si son finalmente absueltos. «El reparto de daños en las causas judiciales tiene un elemento material, directo, fácil de calcular. Pero no ocurre así con el inmaterial, dado que una vez que tu nombres su asocia a distintas noticias peyorativas es imposible resarcirse del todo«, explican expertos en reputación social de la plataforma Cyrity que lleva años intentando dilucidar esos daños a través de algoritmos.
BNP PARIBAS TIENE SU PROPIO CASO DENTRO DE VIVANTA
Un daño reputacional que puede llegar próximamente también hasta BNP. Así, la firma gala terminó por entrar de lleno en el lodazal judicial de Vivanta el pasado 4 de diciembre, cuando la entidad y su socio de referencia, el fondo estadounidense Ares, convirtieron su elevado volumen en capital para convertirse en propietarios de la red de clínica.
Una operación que se ha intentado impugnar, con cierto éxito hasta ahora, en los tribunales. Así, uno de los socios minoritarios de la firma interpuso una demanda en la que se solicita la «nulidad parcial» de la junta que llevó a Ares y BNP a ser propietarios de Vivanta. En concreto, Portobello abría ejecutado presuntamente «una ampliación de capital fraudulenta con el objetivo de reducir la participación de dicho socio a través de la conversión en capital de préstamos no líquidos», según el documento legal al que tuvo acceso MERCA2.
Ahora, la fecha clave para el banco francés será el próximo mes de abril. Una fecha que provoca cierta tensión en BNP ya no solo por el efecto sobre el veredicto y como afecte a su reputación, sino también porque su confianza en Portobello se ha deteriorado, al entender que no le aportó toda la información correspondiente a Vivanta, explican fuentes cercanas. «En el caso del banco su reputación es todavía más sensible, dado que se le presupone una honorabilidad», advierten desde Cyrity. En definitiva, hay demasiadas cosas en el aire y material en los juzgados de Madrid para que algunos ejecutivos duerman tranquilos.