Una de las partes más complicadas del proceso de emprendimiento es encontrar un inversor dispuesto a confiar en tu idea y prestarte el dinero que te hace falta. Lo más común es acudir al banco a pedir un préstamo, pero como emprendedor no deberías perder de vista la posibilidad de buscar directamente un inversor privado.
Eso sí, debes tener en cuenta que aunque estos inversores no van a cobrarte tantos intereses como una entidad bancaria, si van a ser exigentes a la hora de pedirte argumentos que los convenzan de que es una buena idea dejarte dinero. Así que conviene que prepares un buen plan de negocio y además estés preparado para sus preguntas. Aquí tienes algunas de las más habituales.
6¿Por qué eres la persona adecuada para encabezar este proyecto?
Esta es, quizá, una de las preguntas más complicadas de responder. Porque aquí no tienes cifras ni datos que te puedan avalar. Es el momento de conseguir venderte a ti mismo más allá de tu proyecto, pero sin que parezca que estás soltando un discurso ensayado. Es el equivalente a la pregunta “¿por qué crees que eres la persona adecuada para este puesto?” que se suele hacer en las entrevistas de trabajo.
A fin de poder responder bien y con naturalidad a esta pregunta, es fundamental que te conozcas bien a ti mismo y pongas en valor tus fortalezas, aunque sin dejar que el ego pueda llegar a imponerse. Lo que trata de ver el inversor, al fin y al cabo, es que eres una persona que cumple con los rasgos para ser un buen emprendedor.