Una de las partes más complicadas del proceso de emprendimiento es encontrar un inversor dispuesto a confiar en tu idea y prestarte el dinero que te hace falta. Lo más común es acudir al banco a pedir un préstamo, pero como emprendedor no deberías perder de vista la posibilidad de buscar directamente un inversor privado.
Eso sí, debes tener en cuenta que aunque estos inversores no van a cobrarte tantos intereses como una entidad bancaria, si van a ser exigentes a la hora de pedirte argumentos que los convenzan de que es una buena idea dejarte dinero. Así que conviene que prepares un buen plan de negocio y además estés preparado para sus preguntas. Aquí tienes algunas de las más habituales.
2¿Quiénes son tus clientes?
Otra cuestión que le interesa mucho a tu posible inversor es conocer el perfil de cliente al que te diriges, porque así puede ir haciéndose una idea de si el proyecto es o no viable. Pero en realidad sus intenciones al hacerte esta pregunta van un poco más allá, porque lo que realmente quiere saber es si tienes un buen conocimiento del mercado en el que quieres entrar.
Una vez que conozca tu nicho de mercado lo tendrá más fácil para evaluar si el mismo es lo suficientemente grande y accesible como para que le merezca la pena poner dinero en tu proyecto. Así que asegúrate de que estudias muy bien tanto a tu clientela potencial como la situación del mercado.