Mucho se ha escrito sobre este complemento que parece que nos acompañará durante bastante tiempo. Algunos piensan que incluso cuando se vacune a la mayoría de la población mundial, se tendrá que seguir usando mascarilla. Sea como sea, es un elemento más con el que hay que familiarizarse y aprender a utilizarlo, puesto que, pese a que ya es habitual, aún existen muchas dudas y se siguen cometiendo errores de principiante al usarla.
Con la llegada del verano se vieron algunos problemas, molestias por la temperatura, y otros problemas cutáneos. Ahora, con la llegada del invierno también llegan nuevos retos a la hora de llevar la mascarilla. Como el uso de bufanda o pañuelos, la lluvia que amenaza con mojar la mascarilla, e incluso otros problemas adicionales…
5¿Qué hago con la mascarilla si llueve?
Cuando la mascarilla se humedece, o se moja, pierde su efectividad. Por eso, en los días de lluvia puede ser un problema mayúsculo, incluso si llevas un paraguas. Y es que el viento puede proyectar las gotas contra tu cara, mojando la mascarilla.
En estos casos de lluvia, no se puede hacer gran cosa. Y algunos trucos de tapar la mascarilla con algún tejido o con la mano no son recomendables.
La mejor manera de protegerse esos días es usando una pantalla facial para evitar que las gotas de la lluvia lleguen a la mascarilla.