El auge de la comida preparada ha llegado también a los supermercados. Es una realidad que crece año tras año a medida que los españoles percibimos sus beneficios, y en muchos casos omitimos sus consecuencias en nuestra dieta. La consultora Nielsen apunta a que los españoles reconocemos comer al menos 6 veces al mes alguno de los platos preparados de supermercado. La Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) apunta a la falta de tiempo como el principal motivo por el que más de la mitad de los consumidores habituales de comida preparada utiliza estos servicios de comida para llevar. Uno de los pioneros en implantar esta opción en los supermercados fue El Corte Inglés: por un lado, con su servicio de comida casera listo para comer, y a continuación, con la selección de platos preparados del Club Gourmet, su sección de alimentos premium.
Nuestro estilo de vida y el crecimiento de hogares unipersonales, además de una insistente promoción, están detrás del auge de los platos preparados en supermercados como El Corte Inglés. Tanto ejecutivos solteros como padres agobiados e incluso personas mayores que viven solas optan a menudo por estos productos. En tan solo 5 o 10 minutos, y sin necesidad de manchar la cocina, pueden comer alimentos de calidad a precios más o menos competitivos. Aunque los nutricionistas no critican los alimentos que ofrece la cadena española, insisten en que su consumo debe ser residual y no lo habitual para mantener una dieta sana.
1CALLOS A LA MADRILEÑA IRRESISTIBLES
Comenzamos este particular viaje por los platos preparados del Club Gourmet de El Corte Inglés con una de las recetas madrileñas por excelencia: sus famosos callos. Casquería que se ha convertido en un ritual tan asimilado por los viajeros como el bocadillo de calamares o las patatas bravas. En cada casa, la receta varía pero lo que distingue a uno buenos callos a la madrileña es esa mezcla de casquería con carne y tocino. Su salsa anima a hacer barcos con pan. El preparado que vende El Corte Inglés, en una bandeja de 380 gramos, generosa en la cantidad para un picoteo de cuatro personas o un entrante contundente para dos, lleva jamón ibérico y está elaborado con aceite de oliva.