Las crisis siempre llegan en mal momento. Por mucho que se quiera preparar el autónomo durante las épocas de bonanza, si las cosas se complican rápidamente podría ver comprometida la viabilidad de su negocio en muy poco tiempo. Si esto es lo que ocurre normalmente, la situación es todavía peor en un momento como el actual en el que la causa de la crisis económica es una pandemia mundial que está resultando muy complicada de paliar.
Afrontar algo así es difícil para todos los profesionales, pero todavía más para aquellos autónomos que están a punto de jubilarse. Porque acumular deudas ahora puede dar al traste con su intención de poner fin a su vida laboral en los próximos meses o años. Y si encima esas deudas se contraen con la Seguridad Social, el resultado es que el afectado directamente no podrá jubilarse.
Tener deudas con la Seguridad Social nunca es recomendable. No haber pagado las cotizaciones propias o las de un empleado puede suponer para el autónomo que se le deniegue el acceso a ayudas y prestaciones, así como a su pensión de jubilación.
Si un autónomo que tenga pensado jubilarse en 2022 contrae ahora deudas con esta Administración porque su negocio está pasando por un mal momento a causa de la pandemia, no podrá acceder a su pensión hasta que no haya saldado la deuda. Pero si para cuándo le llegue el momento de jubilarse la situación no ha mejorado y no puede pagar, ¿qué alternativa le queda?
Una propuesta para que la crisis no afecte más a los autónomos
Hace unas semanas la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) presentó una propuesta para que la situación actual no se convierta en un problema todavía más grave para aquellos trabajadores por cuenta propia que deseen jubilarse.
La propuesta se ha materializado en una Proposición No de Ley, pero todavía no se ha decidido nada sobre la misma. La idea de ATA es que aquellos autónomos que se quieran jubilar y tengan deudas con la Seguridad Social cobren el 50% de su pensión y la otra mitad se destine a amortizar la deuda. Una vez que esta esté saldada, cobrarán el 100% de su pensión de jubilación.
Se entiende que esta solución propuesta es una de las mejores alternativas, porque permite al autónomo jubilarse y además garantiza que la Seguridad Social va a cobrar lo que se le debe. Además, se parte de la premisa de que es totalmente injusto que un autónomo que ha cumplido siempre con sus obligaciones pierda ahora su derecho a cobrar una pensión pública porque la pandemia le ha puesto en una situación muy difícil.
El aplazamiento como solución
Incluso antes de que empezara la crisis actual la Seguridad Social ya tenía en cuenta que hay autónomos que pueden estar pasando por un mal momento a nivel económico justo antes de jubilarse, y su solución es ofrecer un aplazamiento.
Lo que puede hacer el autónomo es solicitar un aplazamiento del pago de sus obligaciones no vencidas y obtener así un documento que acredita que está al corriente de pago, porque las deudas atrasadas no constan como deudas pendientes. Esto permite al autónomo poder cerrar su negocio, jubilarse y empezar a cobrar su pensión. Aunque en la fecha prevista tendrá que hacer frente al pago de la cantidad que adeuda.
Puede ocurrir que llegado el momento de solicitar la pensión el autónomo tenga deudas ya vencidas que no ha aplazado. En este caso la Seguridad Social emite una invitación al pago y le da al interesado un plazo de 30 días para que liquide la deuda. Mientras no lo haga, no podrá cobrar la pensión.
De ahí la importancia de prestar especial atención a los gastos a los que hay que hacer frente y aplazar las deudas antes de que las misma hayan vencido. Esto no solo otorga más plazo para pagar y permite acceder a las prestaciones de Seguridad Social, sino que además evita que se sumen a la deuda principal intereses de demora que hagan que esta tenga un importe cada vez mayor.
La crisis lleva a muchos autónomos a la jubilación anticipada
Quienes están al frente de un negocio han perdido en lo que va de pandemia hasta un 60% de sus ingresos en comparación con los datos de 2019. Teniendo en cuenta que los ingresos de muchos profesionales por cuenta propia apenas superan los 1.000 euros, una reducción tan importante implica empezar a tener muchas dificultades para pagar cotizaciones, alquileres, facturas de proveedores, etc.
Por ello, muchos autónomos que ya están cercanos a la edad de jubilación han tomado la decisión de retirarse antes de tiempo. Esto es algo que está penalizado en nuestro sistema y que implica cobrar menos de pensión. Pero muchos han hecho sus cálculos y han llegado a la conclusión de que es mejor retirarse y cobrar algo menos de lo que tenían pensado que aguantar unos años más con su negocio abierto en mitad de una crisis que nadie sabe cuánto durará. De esta forma, por lo menos evitan el riesgo de adquirir deudas y luego no poder cobrar su pensión.
Lo que se va a perder de pensión por acceder antes a la jubilación depende del tiempo que se haya cotizado y de cuantos años se adelante el retiro de la vida laboral. Por eso, lo mejor en estos casos es ponerse en manos de especialistas y que sean ellos los que se encarguen de hacer los cálculos para que el autónomo pueda decidir si de verdad le compensa retirarse ya o si le merece la pena aguantar un poco más en su negocio.
El día a día del autónomo nunca ha sido fácil, pero desde que llegó la pandemia de coronavirus las cosas se han complicado todavía más. Ahora hasta la jubilación se vuelve más complicada y para los autónomos en una edad cercana a la de retiro laboral estos meses se están convirtiendo en una auténtica carrera contrarreloj para evitar contraer deudas en la etapa final de su vida profesional.
