Autónomos y trabajadores asalariados se encuentran habitualmente con que no tienen tiempo suficiente para atender a todas las tareas que tienen pendientes. En muchos casos esto se debe a la acción de los ladrones de tiempo, esas actividades o distracciones que poco a poco van restando minutos a la jornada laboral. Uno de los ladrones de tiempo más importantes son las reuniones de negocios.
Existe una tendencia a hacer más reuniones de las que serían necesarias, y con frecuencia estas suelen alargarse más de lo esperado. Para el autónomo esto es un gran inconveniente, porque cada vez que pasa tiempo reunido con su equipo de trabajo o con sus clientes está perdiendo un tiempo muy valioso que podría estar invirtiendo en tareas más productivas.
No obstante, las reuniones también son importantes, y no se trata de no hacerlas, sino de tomar medidas para que sean más cortas y también más eficientes, de forma que no supongan una pérdida de tiempo para los asistentes.
2Convocar a las reuniones de negocios solo a los interesados
A una reunión de negocios solo deberían acudir aquellas personas que de verdad tengan interés en la misma y puedan tomar decisiones con respecto a lo que se vaya a hablar. Si un autónomo se reúne con un cliente para tratar sobre cómo hacerle una página web, no tiene sentido que en esa reunión haya varias personas del departamento de marketing, con que esté presente el responsable ya valdría.
Lo malo de esto es que muchas veces el autónomo no es quién organiza la reunión, por lo que no tiene potestad para elegir a qué personas convocar y a cuales no. Lo que sí puede hacer es proponerle al cliente con qué personas en concreto se quiere reunir.