Ya llevamos unas cuantas semanas instalados en la nueva normalidad y poco a poco nos hemos ido acostumbrando a los cambios que se han producido en nuestras vidas. El gel hidroalcohólico es ya indispensable en nuestro bolso o mochila, y ya nunca salimos de casa sin coger las mascarillas. Aunque estos elementos nos protegen y llevarlos es además un acto de solidaridad y cuidado con el resto de personas con las que nos vamos a cruzar, lo cierto es que su uso tiene algunos inconvenientes.
Si usas gafas ya te habrás dado cuenta de que, a priori, las gafas y las mascarillas parecen ser incompatibles. No es nada extraño que cuando te las pones las lentes se empañen y te hagan pasar unos segundos complicados mientras esperas a que vuelvan a su estado normal, y más si son gafas graduadas. Pero que no cunda el pánico, podemos ir bien protegidos y a la vez seguir llevando las gafas sin tener que preocuparnos por el empañamiento, basta con aplicar unos pequeños trucos.
2Escoge bien las gafas para lucir con mascarillas
Si vas a aprovechar la llegada del otoño para renovar tus gafas es importante que tengas en cuenta que todavía vamos a convivir con las mascarillas durante un tiempo, así que no está de más hacer una buena elección de las gafas. Ten en cuenta que cuanto más cerca esté la montura de la cara más fácil es que se produzca el empañamiento.
Las gafas de pasta quedan más pegadas a la piel, así que es más común que se empañen. Por el contrario, las gafas que tienen una montura fina facilitan la circulación de aire, como también lo hacen las que tienen plaquetas que se apoyan en la nariz. Ten en cuenta estas cuestiones si quieres cambiar de gafas y hacerte con un modelo que te dé menos problemas con el vaho.