¿A quién le gusta pasar frío y el incordio de tener que montar cadenas en los neumáticos? Esos inviernos duros donde se necesita limpiar la nieve o el hielo, con esas heladas nocturnas, etc. Creo que poca gente diría que le apetece vivir eso… a no ser que conozcan algo que les pueda hacer cambiar de opinión. Algunos rincones que les ayuden a ver el otro lado, como los Pirineos. Esta zona será ese cambio que necesitas para poder vivir el crudo invierno de otra manera.
Lugares donde no luchas contra la nieve, sino que ella te ayuda a disfrutar de tus deportes favoritos o a inmortalizar bellas instantáneas de los paisajes nevados. Donde el frío te hace disfrutar mucho más del confort y la paz que transmite una chimenea encendida.
6Valle de Benasque
El Vall de Benás, en benasqués, o el Valle de Benasque, es otro de esos puntos mágicos de los Pirineos. Está además en una posición muy privilegiada, con altas cumbres nevadas, y con una de las mejores zonas para recolectar setas silvestres (si eres aficionado a ello).
Una zona que aglutina unos 30 pueblos y villas rodeadas por entornos naturales impresionantes, y entre las que poder elegir alojamiento para hacer esa escapada que tanto necesitas con tu familia.
Lagos, ríos, bosques, montañas, etc. Todo ello cubierto por un manto de nieve durante el invierno para hacerlo más llamativo y donde poder disfrutar de multitud de actividades, como la del esquí en las estaciones de Aramón-Cerler, o realizar senderismo, barranquismo, escalada, pesca, equitación, piragüismo, etc.
