Entre los aspectos que más preocupan a la generación senior se encuentran las pensiones, la pobreza o la dependencia económica, además de pagar por la medicación y las posibles necesidades asistenciales en el hogar ya que el 82% quieren seguir viviendo en su casa de siempre.
Si a ello añadimos que más de un 40% de personas mayores ayudan o han ayudado económicamente a algún hijo, familiar o amigo en los últimos dos años, el resultado es un elevado porcentaje de mayores de 65 años cuya situación económica no es la deseada. Según el Instituto Nacional de Estadística, cerca del 70% de los mayores cuenta con su pensión como única fuente de ingresos y alrededor del 45% tiene dificultades para llegar a fin de mes.
Así lo explica un informe elaborado por Optima Mayores, donde su consejero delegado, Ángel Cominges, considera que el aumento de la esperanza de vida es una muy buena noticia, pero también es el cambio más importante que ha experimentado la humanidad en los últimos años y por lo tanto representa una oportunidad y un reto que necesita una respuesta de las administraciones públicas y también privadas. Resumiendo, vivimos mucho más y tenemos que asentar los cimientos necesarios para afrontar la jubilación de una forma saludable y también activa, este es el nuevo horizonte temporal.
LA HIPOTECA INVERSA, UN DESAHOGO
Los mayores de hoy no quieren estar en su casa viendo como pasa el tiempo, quieren preservar su salud, viajar, disfrutar… en definitiva: aspiran y pueden alcanzar un “envejecimiento activo”. Pero todo esto necesita ser financiado.
El 89% de los mayores españoles cuenta con un buen ahorro en forma de vivienda en propiedad, por eso desde la consultora consideran que poder conseguir convertir ese ahorro en liquidez (sin necesidad de perder la propiedad de la vivienda) es una buena solución y la hipoteca inversa cumple con esta premisa.
“En Óptima Mayores comprobamos a diario que efectivamente se trata de un producto que mejora la calidad de vida de las personas mayores. La ley establece que se puede obtener el préstamo o crédito hipotecario en forma de un pago único o en pagos periódicos, en forma de renta mensual vitalicia asegurada”.
La percepción de que el activo inmobiliario se revaloriza en el tiempo, la facilidad de acceso al crédito hipotecario, un precio de los alquileres alto y el deseo arraigado culturalmente de poseer una propiedad, ha convertido a España en uno de los países con más porcentaje de propietarios de los países desarrollados.
Aunque en los últimos años esta ratio está bajando motivado por una mayor inestabilidad laboral, unos salarios medios más moderados, y una mayor movilidad geográfica por las condiciones del mercado laboral. Pese a ello, comprar una vivienda e ir invirtiendo la capacidad de ahorro que generamos, es una opción económica más eficiente que vivir de alquiler, más si se tiene en cuenta a la vivienda como un activo más de la planificación para la jubilación.
CUANDO LA NECESIDAD LLAMA
Los interesados en contratar una hipoteca inversa en España suelen hacerlo por necesidades financieras. La ayuda para gastos corrientes, los cuidados en el hogar y la cancelación de deudas anteriores son los motivos más recurrentes.
En este sentido, desde Óptima Mayores -que son asesores independientes especializados en hipoteca inversa y en búsqueda de soluciones financieras para los mayores de 65 años- han puesta en marcha el pasado 2020 un Consejo Español de la Hipoteca Inversa (CEHI), alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Con esta iniciativa buscan potenciar distintos objetivos, como fomentar el dialogo entre la industria y las instituciones implicadas; Divulgar y dar a conocer el producto para procurar un acceso fácil, asesorado y fiable a los usuarios. O contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas mayores de 65 años y dependientes en España.
Pero también quieren fomentar el intercambio de informaciones y experiencias entre todos los asociados; Distinguir de forma independiente, representativa y especializada, desarrollando, difundiendo y promoviendo el producto de hipoteca inversa; Operar de forma independiente y establecer un código de conducta y deontológico de cumplimiento obligatorio para los asociados que suscriban, comercialicen, intermedien, asesoren, tramiten o formalicen el producto de hipoteca inversa.
MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA
Por su parte, María Emilia Adán, decana de los registradores de España añade a este informe que la pandemia del covid-19 está obligando a todos a plantearnos el futuro desde una perspectiva diferente, tanto desde el punto de vista sanitario como socioeconómico.
Respecto a este último, considera que ante los vaivenes de una imprevisible crisis que se espera de una dureza inusitada, la vivienda en propiedad vuelve a convertirse en un instrumento para mejorar nuestra calidad de vida. “Durante muchos años hemos invertido en ella nuestros ahorros, ahora puede servirnos para apoyar la vejez”.
Entre los diversos instrumentos previstos por la legislación para tratar de obtener rentabilidad de la misma, en el último tramo de nuestra vida está la hipoteca inversa. “Una hipoteca nos permitió adquirir la propiedad de la vivienda y una hipoteca nos permitirá completar nuestra pensión”, añade.
TENDENCIA CRECIENTE
Su utilización actual por los propietarios es muy escasa. Aunque la tendencia es creciente, sigue siendo marginal comparada con la cifra total de préstamos con garantía hipotecaria que se contratan anualmente. Madrid y Andalucía, concentran la mayoría de las contrataciones.
Estas hipotecas gozan de beneficios fiscales y arancelarios si son contratadas por mayores de 65 años, dependientes o personas a las que se les haya reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33%, pero no impide su contratación por cualquier persona, y sobre cualquier tipo de inmueble.
Lo que las hace especiales es que no se devuelve el préstamo hasta que se produzca el fallecimiento del prestatario o beneficiario, y lo devuelve un tercero (los herederos) o se procede a ejecutar la garantía. Salvo que se proceda a la transmisión inter vivos de la finca hipotecada.
Y advierte, para que esta hipoteca sea vista con confianza, como un apoyo para la vejez, debe extremarse el cumplimiento de los requisitos de transparencia material. “A mayor transparencia, mayor confianza, mayores posibilidades de que sea utilizada en un futuro próximo, si las condiciones financieras la hacen atractiva”.