Las previsiones en el sector del vino no eran nada halagüeñas a mediados del año 2020. La caída de las ventas del ejercicio se estimaba entre un 20% y un 40%, según la Federación Española del Vino (FEV). El vino viene facturando unos 6.500 millones de euros al año, el 1% del PIB de España. Una cantidad que, en 2020, podría reducirse en unos 650 millones de euros si nos atenemos a los resultados presentados por dos de las principales denominaciones de Origen (DO). Porque, aunque la caída en las ventas ha estado presente, no ha sido tan dura como se estimaba por la FEV.
Dichas DO han sido las de Rueda (que hace del vino blanco su seña de identidad) y la de Ribera del Duero (en la que el tinto es santo y seña). Las contraetiquetas que ha entregado el Consejo Regulador de la DO Rueda han sido de 83.100.205, de las el 99,97% corresponden a vino blanco. Se trata de un 10,47% inferior a las dadas en 2019. Por lo que respecta a Ribera del Duero, ese porcentaje negativo se ha situado en el 11,9%. Por tanto, se ha pasado de 89 millones de contraetiquetas, a 78,4 millones. Porcentajes que están por debajo de lo previsto inicialmente por la FEV.
Ambas DO han puesto de relieve que han sido el canal alimentación y la venta online los dos factores que han mitigado una caída que se aventuraba como histórica. “Es un descenso importante, pero mucho menor del que se podía prever en estos momentos tan complicados para el sector”, afirma Carmen San Martín, presidenta de la Denominación de Origen Rueda. Y añade: “Durante estos meses hemos aumentado las ventas online, en supermercados y tiendas especializadas y hemos tenido una mayor presencia de marca, aunque esta subida no compensa la caída del canal Horeca”.
Una situación que ha sido todavía más clara en la DO Ribera del Duero donde las bodegas tienen una mucho menor presencia en el canal alimentación. Ribera del Duero vive más del canal Horeca, de lo que también se llama como restauración de primer nivel, que ha vivido cierres y limites en los aforos, por lo que el porcentaje de caída ha sido superior respecto a sus vecinos de Rueda.
EL VINO MIRA CON OPTIMISMO
Que el segundo semestre ha amortiguado la caída del primer trimestre, cuando el confinamiento tuvo al sector Horeca parado durante tres meses, da buena fe el hecho de que, en la DO Ribera del Duero, las ventas hayan aumentado un 0,6%. La apertura hizo que, en julio, las contraetiquetas aumentaran un 15,8%.
En el conjunto del año, en Ribera del Duero se vendieron más vinos crianza, reserva y gran reserva. En conjunto, un 2% más. A destacar los vinos reserva, que aumentaron un 11,3%, y los vinos gran reserva, con un 4,2%.
De cara a 2021, la ilusión vuelve a estar presente. Por ejemplo, en Rueda, confían en una de sus grandes apuestas para este año: el Gran Vino de Rueda. Se trata de caldos elaborados con uvas provenientes de viñedos con más de 30 años de antigüedad.
EXPORTACIONES
Los efectos de la pandemia también se han dejado notar en las ventas a otros países. Así, el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) ha señalado que, durante los diez primeros meses del año 2020, las exportaciones perdieron un 4,7% en valor, para situarse en 2.130 millones de euros. En volumen, la caída fue del 9,2%: 1.643,9 millones de litros menos. Dicho de otra manera, y respecto a 2019, se han dejado de exportar 165,6 millones de litros, lo que equivale a una facturación menor de 105,4 millones de euros.
Quienes más han sufrido la caída de las ventas en volumen han sido los vinos a granel (143,3 millones de litros menos). Mientras que las pérdidas en valor han sido más cuantiosas en los envasados (85,8 millones de litros menos). En este último apartado, el mayor damnificado ha sido el vino espumoso (-44,3 millones de euros).