Llevamos casi un año inmersos en una terrible crisis, primero sanitaria, y después económica. A los problemas que arrastramos se suman los gastos de las Navidades y una subida de la luz en plena ola de frío que aún nos lo va a poner todo más complicado. Así que, ahora más que nunca, conviene hacer malabarismos para conseguir gestionar de manera óptima nuestros recursos y suprimir los gastos prescindibles para llegar a fin de mes con un pelín más de holgura. Si lo hacemos bien, podemos ahorrar poco a poco, e ir creando un pequeño colchón de seguridad para imprevistos. El problema es que muchas personas no son capaces de llevar un adecuado control de sus finanzas y al final se encuentran en números rojos sin tener del todo claro en qué se les ha ido el dinero.
3ESTABLECER CATEGORÍAS DE GASTOS
Para conseguir observar nuestros movimientos financieros una mayor perspectiva, el método Kakebo recomienda clasificar los gastos en cuatro categorías:
- Supervivencia. En esta categoría entrarían los gastos fijos que solemos tener mensualmente y de los cuales no podemos prescindir. Es decir: hipoteca o alquiler, suministros, alimentación, transporte, seguros…
- Ocio. Aquí apuntaremos todos los gastos que no son imprescindibles, pero sí son importantes para el disfrute de nuestro tiempo libre, porque nos aportan valor y nos hacen felices. Por ejemplo, comidas y cenas en restaurantes, gimnasio, suscripciones a plataformas de música o servicios streaming, etc.
- Cultura. En este apartado se anotan los gastos relacionados con experiencias culturales, como material o actividades que nos enriquecen en ese sentido. Entrarían los gastos en libros, entradas a cines, teatros o museos, cursos formativos…
- Extra. Por último, los gastos que no encajen en las categorías anteriores, las colocaremos en la de extras, por ejemplo algún capricho puntual, regalos u otros gastos imprevistos.