Desafortunadamente, el estrés es una constante en nuestra vida. Autónomos y empleados por cuenta ajena nos encontramos con que nuestro día a día es un constante ir y venir en el que tenemos que hacer frente a tantas obligaciones que no siempre tenemos tiempo para todo. Esto nos lleva a una sensación de desasosiego que afecta a nuestra salud a todos los niveles.
Desde hace ya algunos años se viene hablando del síndrome del trabajador quemado, hasta tal punto que muchas bajas laborales están causadas por él. Pero lo que quizá no sabías es que este desagradable fenómeno también afecta de forma muy notable a quienes trabajan para sí mismos. Y es que tampoco los trabajadores autónomos pueden librarse de él.
7Pensar más allá del trabajo
Con frecuencia el autónomo se quema en su trabajo por estar demasiado pendiente de su negocio. Es cierto que es su modo de vida y es muy importante, pero hay que ser capaces de ver que hay cosas mucho más importantes, como disfrutar de la familia, dedicarse tiempo a uno mismo o simplemente salir a dar un paseo.
Hay que tomarse el trabajo como una parte de la vida, pero no como la vida en sí misma. Hay que marcarse metas y objetivos más allá de la responsabilidad laboral y dedicar tiempo a descansar. Pequeños cambios en la rutina diaria pueden conseguir mucho a la hora de reducir los niveles de estrés.