El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero entregó 78.396.944 contraetiquetas a las bodegas para la comercialización de sus vinos dentro y fuera de España en 2020, la complicada situación que vive la hostelería como consecuencia de los cierres por el Covid-19 ha repercutido en el volumen de las contraetiquetas, con una reducción del 11,9% respecto al 2019 (89 millones).
La estructura de la DO Ribera del Duero donde, por un lado, la mayor parte de sus bodegas son de pequeño tamaño y están centradas en producir vinos diferenciados de «alta calidad» pero, por otro lado, apenas disponen de estructura comercial y no tienen presencia en el canal de alimentación, ayuda a explicar la dependencia que tienen del canal de hotelería, según han informado fuentes del Consejo Regulador.
Ribera del Duero comercializa principalmente a la restauración de primer nivel, que, como han señalado desde el Consejo, es la que más ha padecido el confinamiento y las diferentes restricciones impuestas durante el año, y mucha de la cual todavía no ha podido abrir.
Así, la proporción de contraetiquetas se vio fuertemente mermada durante los primeros meses de confinamiento, especialmente en abril y mayo, cuando más impacto tuvo la Covid-19. Sin embargo, fue a partir de julio cuando se empezó a mejorar la entrega mes a mes de manera considerable, especialmente en julio con una recuperación positiva del 15,8%. Esta buena evolución hizo que en el segundo semestre la entrega de contraetiquetas haya experimentado un incremento medio del 0,6%.
Por tipos de vino, las categorías que mejor se han comportado en 2020 han sido las de mayor valor añadido: Crianza, Reserva y Gran Reserva han representado el 30% del total de contraetiquetas proporcionadas en 2020, un 2% más que en 2019.
En este sentido, la entrega de contras de Gran Reserva y Reserva, vinos caracterizados por su calidad y longevidad, han aumentado un 11,3% y 4,2%, respectivamente.