En las últimas semanas se ha hablado mucho sobre una posible subida del SMI o Salario Mínimo Interprofesional. Aunque todo el mundo está de acuerdo en que mejorar las condiciones laborales de los trabajadores es bueno, lo cierto es que aumentar el salario mínimo podría poner en graves apuros a los autónomos.
En España la mayor parte del tejido empresarial está formada por autónomos y pymes, generadores de gran parte del volumen de empleo. Pero ahora mismo no están pasando por el mejor momento a nivel económico debido a la crisis causada por la Covid-19 y las medidas restrictivas que, en muchos casos, implican no poder trabajar con normalidad.
Con una rentabilidad a la baja, una morosidad al alza y una recuperación económica que podría retrasarse hasta 2022, los empleadores autónomos creen que no es precisamente el mejor momento para abordar un posible aumento del salario mínimo.
Posiciones muy distanciadas en cuanto a la subida del SMI
El Salario Mínimo Interprofesional está fijado ahora en 950 euros mensuales, y desde los sindicatos se aboga por una subida que llegue hasta los 1.000 euros al mes. Por su parte, desde el Ministerio de Trabajo se baraja una horquilla de entre 8 y 50 euros más al mes.
Por su parte, las asociaciones que representan a los autónomos y también las organizaciones empresariales defienden la necesidad de congelar el SMI durante 2021 para que los empleadores lo tengan algo más fácil a la hora de superar la crisis económica.
Sin embargo, la congelación del salario mínimo es una anomalía en el sistema que solo se ha producido entre 2012 y 2014 debido a la grave crisis económica que se vivía en aquel momento. De ahí que muchas voces expertas consideren que la paralización de la subida del SMI sea algo prácticamente descartado.
Subida del SMI y también de las cotizaciones
Puede parecer que una subida de 50 euros al mes por empleado no es una cantidad demasiado importante. Pero no hay que olvidar que cuando sube el sueldo de una persona también sube su cotización.
El empleador tiene que hacer frente al pago del salario de su empleado y además pagar sus cotizaciones, que suelen estar en torno a un 33% de su sueldo. Por eso, si sube el SMI también sube lo que tiene que cotizar el autónomo con empleados a su cargo por cada uno de ellos.
Si hoy en día un empleado que cobra el Salario Mínimo Interprofesional ingresa al año 13.300 euros, el coste total para el empleador es de 17.689 euros teniendo en cuenta las cotizaciones. Si se sube el SMI a 14.000 euros al año, el coste de cada trabajador podría subir a su vez a los 18.620 euros anuales.
Si finalmente se aprueba la subida del SMI hasta los 1.000 euros mensuales que piden los sindicatos, los autónomos pagarían 1.050 euros más al año por cada uno de sus trabajadores que cobre ese salario mínimo.
El Gobierno se posiciona por una subida más moderada
Frente a las pretensiones de los sindicatos, desde el Ejecutivo se defiende una subida del SMI que sea más moderada, aumentando los salarios prácticamente en la misma proporción que lo van a hacer las pensiones, un 0,9%.
Así, el incremento podría ser de unos 8 euros al mes, pasando el SMI de los actuales 950 a 958 euros. Esto también supondría un aumento de los costes laborales para los autónomos, pero mucho más reducido, unos 150 euros al año por cada trabajador que cobre el salario mínimo.
Lo que preocupa es que son muchos los autónomos que tienen empleados que cobran el salario mínimo. De hecho, un 41% de los trabajadores por cuenta propia que tienen empleados a su cargo les pagan el SMI, por lo que miles de profesionales verían aumentar sus costes laborales.
Un tema muy polémico
Durante años la baja cuantía del salario mínimo en España fue objeto de debate, pero desde 2018 las cosas han cambiado rápidamente. En ese año el SMI pasó de 735,9 euros al mes a 900 euros, y en 2020 se produjo un incremento de otros 50 euros al mes.
Así, España ha conseguido convertirse en el país europeo que más ha hecho crecer su salario mínimo en poco tiempo. Sin embargo, esta medida no ha gustado a todos y el Banco de España y otros organismos de carácter económico advirtieron en su momento que esta medida podía afectar negativamente a la creación de empleo.
Lo cierto es que el año 2020 ha sido tan complicado que no se ha podido comprobar realmente si esa subida del SMI ha tenido incidencia en el volumen de empleo.
Pero de cara a 2021 a muchos autónomos les causa pavor pensar en una subida de los costes laborales. No es que no aprecien a sus trabajadores y no quieran que estos estén en las mejores condiciones posibles, es sencillamente que muchos empleadores están haciendo malabarismos para poder subsistir y no se pueden permitir desde el punto de vista económico ni un gasto más.
Esto ha llevado a muchos expertos a afirmar que la subida del SMI podría ser la puntilla para muchos autónomos. Incluso aquellos que consigan capear el temporal y resistir a la crisis podrían tomar decisiones drásticas sobre su volumen de empleados a fin de ahorrar costes.
Por otro lado, no hay que perder de vista que un trabajador que cobra más es también un consumidor que gasta más, lo que a su vez redunda en beneficios de los autónomos, puesto que muchos de ellos están al frente de pequeños negocios. Y con salarios más altos también la recaudación de la Seguridad Social sube, lo que beneficia al conjunto de la ciudadanía.
De la subida del SMI pueden derivarse cosas buenas, pero también cosas malas, de ahí que esta medida tenga tanto defensores como detractores. Por eso resulta tan complicado poner a todos los afectados de acuerdo. Pero lo que parece claro es que de una manera o de otra los autónomos van a tener que empezar 2021 afrontando una subida de su cuotas de cotización y posiblemente también una subida de los costes laborales asociada directamente a la subida del Salario Mínimo Interprofesional.