La mascarilla te ha acompañado desde el comienzo de la pandemia, y seguirá haciéndolo incluso después de la campaña de vacunación. La normalidad total como se conocía antes de esto no va a volver de la noche a la mañana. Por eso, hay que tener muy presente todas las medidas de prevención, saber cómo aplicarlas, y aplicarlas para evitar males mayores.
De poco sirve que se tenga presente que hay que desinfectar superficies, ventilar, usar mascarilla, lavarse las manos, o distanciarse de los demás si no se aplica nada de eso en el día a día. Además, tampoco serviría de mucho si se sabe, se aplica, pero se hace de la forma incorrecta. Y es que, pese a que ya es casi habitual, aún se siguen cometiendo muchísimos errores cuando se trata de prevenir…
4Lavándola (si no es de tela)
Si son mascarillas reutilizables de tela, están preparadas para que las puedas lavar. Por tanto, no habrá ningún problema en que emplees jabón y agua, o un programa de tu lavadora de, al menos, 60ºC.
El problema es cuando son mascarillas desechables, que no tolerarán este tipo de lavados, y terminarán estropeándose y reduciendo su capacidad filtrante.
Empapar una mascarilla quirúrgicas, y también las autofiltrantes (FFP1, FFP2, FFP3, y similares), hará que se degrade muy fácil al humedecerlas con este tipo de soluciones. Por tanto, evita estos métodos.