El aventurero Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo, estrella de DMax con series como ‘Mares’, se convirtió la pasada semana en el nuevo presidente del partido Comunión Tradicionalista Carlista (CTC).
Esta formación, que surgió en 1986 tras la unión de varios grupos que estaban en desacuerdo con la línea autogestionaria del histórico Partido Carlista de Carlos Hugo de Borbón, pretende revitalizarse de la mano de un personaje mediático.
El sobrino de Miguel de la Quadra-Salcedo se pone al frente de una formación que mantiene el lema «Dios, Patria, Fueros, Rey», apuesta por la simbología histórica como la boina roja, la Cruz de San Andrés y la Marcha de Oriamendi.
La Comunión Tradicionalista Carlista, que pretende sustituir a los partidos políticos por un sistema de ‘representación directa’, se presentó a las elecciones europeas de 2014 junto a otras formaciones extremistas sin alcanzar siquiera los 20.000 votos
LOS DOMINGOS DE TELMO ALDAZ
Telmo Aldaz explicó en una entrevista concedida el pasado año que los domingos son para él un día especial por su significación católica: «Al tener una vida de aquí para allá, la verdad, no diferencio bien los días. Cada jornada es única. Siempre hay algo nuevo. Soy como el personaje de Valle-Inclán (Marqués de Bradomín) en las Sonatas: feo, carlista, católico y sentimental, por eso los domingos siempre son especiales. Allí donde esté me gusta recorrer alguna iglesia antigua, sin gente. Siempre reanima».
«Cualquier sitio de España me parece bien. Puedo pensar un plan pero, de repente, eso va cambiando y se convierte en un recuerdo fantástico. Mucho más bonito de lo que imaginaba. Los cambios y la improvisación son lo que le da la salsa a la vida. Mar, montaña, desierto, selva… La cosa es pasárselo bien y descubrir la zona en la que se esté en ese momento, sacarle lo mejor que tiene, curiosear».
ESPAÑA, SITUACIÓN LÍMITE
La Comunión Tradicionalista Carlista asegura que el partido «ante la situación más que crítica que vive España y el mundo entero, debe redoblar sus esfuerzos y profundizar en sus principios fundadores, para ocupar el puesto que le corresponde en la sociedad».
La formación dinástica dice que «es momento de la serenidad pero también del arrojo, de afrontar nuevos y más difíciles combates mirando tanto al pasado como especialmente al futuro, de saber ser contemplativos pero también activos, de ser faro pero también espada, es quizá el momento de dejar de cavar trincheras para protegernos para saltar de ellas a un combate que no permite la espera».
«Por eso es hora de proponerse retos estratégicos y líneas de acción que puedan incidir de forma eficaz en la sociedad, no sólo curando las heridas que produce la revolución, sino construyendo y reconstruyendo sin cesar la fortaleza que representa la cristiandad. Todo lo que se sembró en el lejano 1986, es hora de que sea recogido y dirigido a una acción transformadora de la sociedad«, añaden.
La nuevo Junta Directiva del partido, según la propia formación, «debe proveerse de un plan estratégico detallado a corto medio y largo plazo. El plan estratégico a corto plazo debe estar temporalizado, presupuestado y aprobado por los cauces estatutarios que corresponda. Todos los militantes de la CTC así como las diferentes estructuras organizativas (juntas, delegaciones, etc…) deben tomar como propio ese plan estratégico».
PLAN MEDIÁTICO
El partido de Telmo Aldaz asegura que pretende «transformar su órgano interno de comunicación (Acción Carlista) no sólo de difusión de las actividades propias, sino que sirva de conductor de la organización interna (nombramientos, actividades, proyectos, …) y un continuo estimulador de la vida de la CTC.
«Igualmente la CTC debe reforzarse el órgano de difusión de la CTC (Ahora información), estudiando la forma de convertirlo en un referente en los ámbitos digitales y sociales. Hay que optimizar los recursos para que los medios de difusión propios de la organización lleguen a sus destinatarios propios (los afiliados) y al resto de la sociedad», continúan.
El partido, aseguran, «debe patrimonializarse iniciando un proyecto de dotar a las regiones donde más actividad exista, de locales de propiedad y formas de autofinanciación. Los locales deben tender a no ser meras oficinas sino lugares de encuentro con espacios suficientes para desarrollar labor cultural y política como conferencias, mesas redondas, grabación de conferencias, incluso de programas. El carlismo debe revitalizarse no sólo virtualmente sino también ‘creando’ sociedad. Y ello sólo se puede hacer mediante la convivencia en espacios comunes».
Y siguen: «La CTC debe estudiar los medios (sean asociativos, sean mediáticos, o de otro carácter) que sirvan de puente entre la sociedad y la propia Comunión Tradicionalista. La finalidad de este entramado asociativo y/o mediático sería iniciar primero en el tradicionalismo, y luego en el carlismo, a gentes que directamente nunca se afiliarían a la CTC. La relación con estos medios debe ser estudiada y que no suponga despilfarro de energías. Todo esfuerzo vano es una derrota. Para ello se debe establecer un organigrama que establezca con claridad el tipo de relaciones que se establece entre la CTC y las organizaciones intermedias».
«ESPACIO PÚBLICO»
La Comunión Tradicionalista Carlista pretende «velar especialmente por la formación continua de sus afiliados y simpatizantes. Debe establecer los niveles de conocimiento apropiados para que alguien asuma la militancia en la organización y evitar que el militante sea una persona sin formación espiritual, cultural y política. En consonancia con este espíritu de formación la organización debe promover o coordinarse con editoriales, fundaciones o asociaciones que permitan publicar los materiales de formación».
«La CTC debe priorizar su presencia en el espacio público como forma eficaz de atraer miembros a sus filas. Para ello se deben haber articulado los medios necesarios para que quien llame a nuestra puerta se encuentre con una organización que -aunque pequeña- sea activa, eficaz y pueda ofrecer a los militantes medios para formarse y actuar«, añaden.
La formación pretende que un comunicador mediático les ayude a frenar lo que ellos llaman un «proceso revolucionario», quizás refiriéndose al reformismo socialdemócrata de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: «La CTC debe ser consciente que ha de ser la punta de lanza contra el auge del actual proceso revolucionario que se cierne sobre nosotros. Por tanto, es vital que la organización asuma un papel de prestigio ante la sociedad y eso sólo se logrará mediante la acción de hombres formados y de oración». Veremos…