Para muchas personas, la palabra dieta, es un sinónimo de comer poco y pasar hambre. Sin embargo, si es buena, realmente no tienes que pasar hambre. Es más, puedes comer bastante y seguir perdiendo peso. Comer más y adelgazar no son totalmente incompatibles. Tan solo hay que saber qué se debe comer y qué no, cuántas veces comer al día, y hacer algún tipo de actividad física.
Tras los excesos y una época donde el sedentarismo impera debido a la pereza que trae el frío del invierno, deberías poner en marcha un plan para comenzar el año poniéndote en forma. Una dieta con la que perder algunos kilos y ganar en salud…
3Come menos y más veces
Una dieta no debe basarse en comer poco y que pases hambre. La clave está en optimizar la digestión y ayudar a tu metabolismo. Para ello, debes llevar una alimentación en la que te permitas comer menos cantidad, pero más veces al día. Así no volverás a pasar hambre.
No debes comer pocas veces o saltarte comidas y luego atracarte en una comida, especialmente en aquellas que se hacen a partir del mediodía. Las comidas más intensas te las tienes que permitir durante la mañana, ya que es el momento en el que tendrás más tiempo para ir quemando todas esas calorías.
Evita siempre las cenas copiosas, ya que es la última comida antes de ir a la cama y muchos de los nutrientes se terminarán transformando en grasa o azúcar por tu metabolismo.
Puedes comenzar con un buen desayuno, seguido de una comida a media mañana, tu almuerzo habitual, la merienda, y la cena. Es decir, un total de 5 comidas diarias. Eso te ayudará con tus digestiones, para que sean más ligeras, puedas asimilar mejor todo lo que consumes, y evitar esos atracones que tanto daño hacen a tu físico.
Recuerda no saltarte el desayuno, algunos lo hacen, pero se equivocan. Eso no te ayudará para perder peso, todo lo contrario. Lo que sí puedes hacer, si te apetece, es hacer algo de ejercicio antes de hacer la primera comida. La cantidad de alimentos que consumes debe ser inversamente proporcional al tiempo que transcurre en el periodo de un día, es decir, comienza comiendo fuerte, y ve reduciendo la cantidad de alimentos y calorías conforme avanza el día hasta terminar en una cena ligera.