La fusión entre Unicaja Banco y Liberbank derivará en un «reducido» solapamiento comercial en las áreas geográficas en las que ambas entidades están presente en la actualidad y donde tienen un gran arraigo histórico, si bien el impacto sobre la plantilla de esta integración aún deberá analizarse y, en todo caso, será negociado con los sindicatos para alcanzar el «mayor acuerdo posible».
Los consejos de administración de Unicaja Banco y Liberbank han dado ‘luz verde’ por fin a su proyecto común de fusión en la tarde de este martes, que supondrá la absorción del banco de origen asturiano por parte de la entidad con sede en Málaga para crear el quinto banco español tanto por activos como por depósitos.
Desde un punto de vista comercial, la integración de Unicaja Banco y Liberbank permitirá al grupo resultante ampliar su presencia al 80% del territorio español, al tiempo que la complementariedad de la red de oficinas y zona de actuación permitirá tener cuotas de mercado líderes en, al menos, cuatro comunidades autónomas.
Igualmente, esta operación de consolidación presenta un encaje estratégico «muy fuerte», teniendo en cuenta el liderazgo regional de Unicaja Banco y Liberbank en sus respectivas áreas de origen; el fuerte reconocimiento de marca, su estructura de liquidez muy sólida y holgada, y su fuerte posición de solvencia, según el consta en el documento que recoge el Proyecto Común de Fusión.
A su vez, ambas entidades destacan que el tipo de negocio de banca minorista en el que centran su actividad, con alta concentración en el sector hipotecario minorista y un importante negocio de pequeñas y medianas empresas, hace que el encaje cultural facilite la integración.
SERÁ NECESARIO ADOPTAR MEDIDAS LABORALES
A pesar de este encaje estratégico, tras la ejecución de la fusión, la ‘nueva Unicaja’ completará el análisis de los solapamientos, duplicidades y economías de escala derivadas del proceso. Por el momento no se ha tomado ninguna decisión en relación con las medidas de índole laboral que «será necesario adoptar para proceder a la integración de las plantillas».
En cualquier caso, tanto Unicaja Banco como Liberbank se han comprometido a que la integración de las plantillas se llevará a cabo respetando los procedimientos legalmente previstos, sobre todo los relativos a los derechos de información y de consulta de los representantes de los trabajadores,
A la hora de acometer cualquier proceso de reestructuración, la idea será mantener con los sindicatos las correspondientes reuniones y negociaciones que permitan desarrollar la integración de las plantillas con «el mayor acuerdo posible entre las partes».
La entidad combinada tendrá, en principio, una plantilla de 9.972 empleados (6.274 de Unicaja Banco y 3.698 de Liberbank) y una red de 1.608 oficinas (1.029 de Unicaja y 579 de Liberbank).
Las operaciones de fusión son una de las vías que la banca tiene para ganar escala, mejorar la eficiencia y elevar la rentabilidad, elementos de gran importancia en un contexto marcado por unos tipos de interés en mínimos históricos y por los efectos de la crisis del coronavirus. Este escenario, unido al exceso de capacidad, se solventa habitualmente mediante procesos de reestructuración de las plantillas.