El proceso de emprender no empieza en el momento en que coges papel y lápiz y empiezas a darle forma a tu proyecto. En realidad, comienza mucho antes, desde que la idea empieza a rondar por tu cabeza y poco a poco deja de ser una idea abstracta y se va perfilando más y más.
Desde esa primera idea hasta que por fin te pones al frente de tu negocio puede pasar mucho tiempo y muchas cosas. Por eso, si nunca has trabajado por tu cuenta, es importante que tengas presente una serie de consejos que te pueden ser de gran ayuda a la hora de afrontar este proceso.
8No pasa nada si fracasas
Quizá este sea uno de los mejores consejos que se le pueden dar a quien está pensando en emprender. Porque culturalmente no nos preparan para el fracaso, y es normal que quien pone toda su ilusión y sus recursos en un proyecto que al final no llega a nada se sienta mal por ello.
Ese malestar inicial es perfectamente normal, pero no hay que quedarse estancado. Son muchos los que no lo consiguen a la primera. Si fracasas, lo mejor que puedes hacer es analizar la situación desde el punto de vista objetivo y extraer conocimientos valiosos de lo que has vivido. Si asumes el proceso con naturalidad, es posible que en el futuro te animes a intentarlo de nuevo.