Los accidentes laborales son mucho más frecuentes de lo que parecen, lo que pasa es que siempre los asociamos con profesiones peligrosas como el trabajo en una obra. Sin embargo, cualquier entorno en el que desarrollemos nuestra actividad puede llegar a ser potencialmente dañino para nuestra integridad física, hasta algo tan aparentemente inofensivo como una oficina.
Si desarrollas un trabajo de oficina, ya sea en una empresa o desde tu propio domicilio, hay una serie de precauciones que debes tener siempre muy en cuenta. Así no sufrirás accidentes que te puedan causar lesiones más o menos graves. Sigue estos consejos y conseguirás terminar tu jornada laboral sano y salvo.
3Pon una papelera y un espacio para dejar el papel destinado a reciclar
Algo tan aparentemente inofensivo como unos folios o algo tirado en el suelo pueden ser la causa de un tropiezo o un resbalón. Este tipo de caídas “tontas” son muchas veces las que peores consecuencias tienen. Por eso, debemos procurar que el suelo de nuestra oficina esté lo más despejado posible. Así, evitamos accidentes y a la vez mejoramos la imagen de nuestro espacio de trabajo.
Con algo tan sencillo como instalar papeleras y una zona en la que los empleados puedan dejar el papel que ya no sirve y que va destinado a reciclar, conseguimos que todo esté mucho más ordenado y que no haya elementos en el suelo que puedan provocar caídas.