Mercadona se ha convertido en una de las tiendas a las que más vamos, sin embargo, seguramente no sabes los trucos para que le bolsillo te duela un poco menos. La gran mayoría del dinero que entra en casa se va en comer. La comida y los productos de higiene y de limpieza son imprescindibles para cualquier persona y en Mercadona los tienes todos en pocos metros.
Este supermercado se ha ido abriendo paso en España hasta llegar a contar con casi mil setecientas tiendas. En cada barrio de cuidad encuentras un letrerito verde sobre unas grandes cristaleras. Suelen tener parking privado para que sea más sencillo y rápido y además disponen de una amplia plantilla que facilitará tus compras.
Es de los primeros que se especializó en alimentos sin gluten, además a un precio bastante competitivo teniendo en cuenta que estos cuestan casi el triple que los habituales. No obstante, como verás a continuación, hay formas de triquiñuelas para que el precio de la comida sea más bajo de lo que es.
2Trucos para comprar más baratas las carnes del Mercadona
La carne del Mercadona no es cara y es de calidad. Al igual que antes tienes que hacer caso a Doroty, pero en vez de seguir el camino de baldosas amarillas hay que buscar los cartelitos amarillos de bajada de precio.
Al igual que antes los productos perecederos son los primeros que bajan de precio por su próxima fecha de caducidad. Otro de los trucos es comprar la carne más barata y congelarla.
Las costillas en ristras enteras están más baratas que las ya cortadas y es algo bastante sencillo de hacer. Además, los filetes de pollo familiares también suelen estar más baratos que los de menos peso. Lo único que tienes que hacer es comprar bolsas de congelación y hacer las partes. Ahorrarás dinero al ir menos veces a la tienda, porque reconozcámoslo, siempre entran accidentalmente cosas al carro que no necesitas. Recuerda ir al supermercado a por comida con el estómago lleno y así meterás menos porquerías dentro.
Para estar seguro de que la bajada de precio es real, fíjate en el cartel que pone en el expositor del precio por kilos y compáralo con el que pone en el cartel del producto que has cogido. Así también puede ver cómo te salen los productos más económicos y te liarás menos.