En España se han desarrollado algunos inventos bastante interesantes para combatir el Covid-19, como la famosa pintura de grafeno de la empresa andaluza Graphenstone y que está triunfando en multitud de países. El CSIC también ha contribuido en la creación de un modelo de mascarilla que no solo te protege como otras de categoría similar, sino que además es capaz de matar al Covid-19.
Esta mascarilla es un producto bastante interesante que deberías conocer por sus propiedades, ya que podría ahorrar algunos problemas que pueden ocurrir con las convencionales. Y, por supuesto, para poder aprovechar estas magníficas cualidades, también deberías conocer dónde la puedes comprar…
3Bioinicia y CSIC tienen una versión mejorada
Estas mascarillas únicas en el mundo no se han confeccionado para simplemente obtener beneficios con su comercialización. Se ha seguido una hoja de ruta marcada para seguir desarrollando y mejorando esta mascarilla en tres fases o generaciones de las que te podrás beneficiar.
Las generaciones de esta mascarilla son:
- Primera generación: es la experimental que se consiguió en un inicio, con un material filtrante más eficiente.
- Segunda generación: es una versión mejorada de la misma que es capaz de matar al virus por contacto en su superficie. Es decir, la que tiene capacidades viricidas gracias a un agente que se ha incluido en sus filtros.
- Tercera generación: es la que reúne todas las características de las anteriores, pero agrega además esa capacidad de ser totalmente biodegradable.
Así, ya te puedes hacer con una mascarilla con unas prestaciones realmente impresionantes, segura, y respetuosa con el medio. De hecho, como ya he mencionado, no solo te va a proteger como cualquier otra mascarilla, sino que si tocas la mascarilla con tus manos contaminadas, o la dejas en una superficie infectada (como ocurre en muchos casos por descuido), también te protegerá de este tipo de infecciones secundarias por contacto.
La mascarilla del CSIC neutraliza y mata al virus por contacto, y esas nanofibras harán que las partículas más grandes queden atrapadas en la capa superficial exterior, mientras que las más pequeñas se quedarán en la capa intermedia. Es precisamente esa capa intermedia la que tiene el agente viricida. Y lo hace con una efectividad del 97% en cuestión de dos horas.