Si hay uno producto estrella en Navidad, ese es el langostino. Es cierto que hay otros muchos, sobre todo en mariscos en general, pero este es el que más triunfa por aunar sabor y buen precio, dentro de lo que cabe en estas fechas. No obstante, siempre lo puedes comprar congelado mucho antes y te ahorras un buen dinero. De cualquier forma, los langostinos son deliciosos sin nada, como entrante, pero en estas reuniones familiares siempre está bien sorprender y reinventar este marisco probando recetas nuevas. Y aquí entra MERCA2 para darte unas cuantas ideas deliciosas y fáciles de preparar. Eso sí, fíjate bien antes en cuáles comprar y en qué fijarse.
3Langostinos al ajillo, un clásico con el que triunfarás
Receta rápida y sencilla. Los ingredientes son: 200 gr de mantequilla, 1 kg de langostinos, 6 dientes de ajo, 3 cucharadas de zumo de limón, 100 gr de perejil fresco y sal al gusto.
Cómo se prepara: Primero, sobre una tabla, pelar los ajos y aplastarlos hasta obtener una masa homogénea. A continuación, limpiar los langostinos, eliminando cualquier rastro de suciedad que pueda llegar a perjudicar la receta, incluyendo la piel y las venas. En una sartén grande, agregar los 200 gr de mantequilla y colocar a fuego medio, esperando que se derrita lentamente. Una vez la mantequilla haya comenzado a burbujear, agregar los langostinos previamente lavados junto con los ajos. Tienes que ir ahora salteando los ingredientes a medida que se vayan cocinando, esto con la intención de que los langostinos se cocinen perfectamente, hasta tornarse de un color rosa.
Ahora toca lavar el perejil, eliminando cualquier residuo que pueda afectar el resultado final de la receta. Picas el perejil en trozos diminutos, agregándolos al sartén una vez estén listos. A continuación, añadir el zumo de limón y la sal al sartén, evitando el exceso para no perturbar su sabor. Si no se desea el gusto a limón, puede cambiarse por un toque de vinagre. Remover constantemente todos los ingredientes dentro de la sartén para que se fusionen correctamente.
Sólo resta cocinar durante al menos 15 minutos, salteando de vez en cuando para un dorado uniforme. Una vez listos, apagar y dejar reposar con una tapa. Esto hará que su sabor se intensifique. Retirar la sartén del fuego y servir inmediatamente, siempre mejor en caliente.
