Lo que diferencia a una persona que lo arriesga todo para poner un proyecto de negocio en marcha, de otra que nunca se atreve a dar el paso, es la mentalidad emprendedora. Porque la herramienta más importante que tiene un emprendedor está precisamente en su cabeza. No se trata solo de la capacidad para generar buenas ideas, sino de la capacidad de ser capaz de sacarlas adelante y no sabotearse a sí mismo.
Emprender es un proceso fascinante, pero también muy duro. Quien pone en marcha un negocio se enfrente a dificultades como fluctuaciones en su autoestima, una facturación irregular, el temido síndrome del impostor e incluso la falta de apoyo del entorno más cercano. De ahí la importancia de tener una mentalidad emprendedora fuerte.
6Enfoca bien tu energía
Si el tiempo es limitado, la energía también lo es, de ahí que sea tan importante saber usarla bien. Un emprendedor exitoso no es aquel que trabaja más, sino el que puede trabajar de forma más eficiente, haciendo más cosas en menos cantidad de tiempo. Para ello es esencial tener una buena capacidad de concentración.
Establecer una dinámica de trabajo te ayuda a concentrarte mejor. Además, a medida que te especializas en algo eres capaz de hacerlo más rápido. El resultado es que te vuelves más eficiente, usando mejor tu energía. Y esto es algo que se nota en todos los aspectos de tu vida, porque alguien que ha trabajado su mentalidad emprendedora sufre un proceso de transformación, se vuelve más “valioso”.