El Banco Sabadell ha vendido una cartera de activos problemáticos procedente de CAM a KKR, por un precio estimado de 130 millones de euros, según fuentes financieras consultadas por MERCA2. En la puja final del ‘Proyecto Aurora’ también estuvo Bain Capital.
Este proyecto, con un valor en libros de 500 millones de euros, está compuesta por una cartera de activos tóxicos que el Banco Sabadell se quedó de la caja alicantina en 2011 tras un rescate del Fondo de Garantías de Depósitos.
La operación, asesorada por Deloitte, es la segunda venta de una cartera de este tipo, que el banco que dirige Josep Oliu cierra en un año marcado por el estallido de la crisis del coronavirus y con ella zanjan definitivamente el esquema de protección de activos procedente de CAM y continúan con la limpieza del balance.
En un 2020 especialmente complicado por el efecto pandemia, Sabadell también consiguió cerrar otra operación el pasado 11 de diciembre, en ese caso se trataba del ‘Proyecto Explorer’, una cartera formada por unos 250 millones de euros en créditos morosos de pequeñas y medianas empresas con colateral inmobiliario. Lo hizo por unos 65 millones de euros a la gestora Tilden Park.
NUEVOS TIEMPOS
El Banco Sabadell se ha apresurado a dejar los deberes hechos antes de que acabe el año, pues después de presentar cuentas anuales (en enero de 2021) también dará a conocer su Nuevo Plan Estratégico.
En él, ya no estará Jaime Guardiola como número dos del banco, la entidad ha fichado a César González-Bueno para relevarle de su cargo y se convertirá en el nuevo consejero delegado. El directivo llega en un momento clave, pues a la baja rentabilidad del sector bancario por la continua caída de los tipos de interés, se sumó la entrada de nuevos rivales tecnológicos. La inmensa mayoría de bancos españoles había planeado aumentar la partida en tecnológica para acelerar en transformación digital este año, pero la pandemia lo precipitó todo.
Durante unos meses la relación de la banca y sus clientes ha sido únicamente por los canales online y precisamente el nuevo CEO es donde más experiencia tiene, pues convirtió a ING en un banco online en apenas un año. Ahora, se convertirá en el timonel del Banco Sabadell ante el tsunami digital.
González-Bueno, que será CEO una vez que su nombramiento reciba el visto bueno de los reguladores, “liderará el Banco Sabadell del futuro” según explica el banco. En este Sabadell del futuro primará el negocio en España. El objetivo es convertir al banco en el favorito de las pymes y mejorar la digitalización de la entidad. Todo esto, a la vez que salen de Reino Unido, donde la entidad está presente a través de TSB. También se valora hacer lo mismo en México, pero de momento el banco ha decidido poner al frente a Jaime Guardiola.
Es decir, una vez deje su función como consejero delegado (algo que se estudiaba desde el inicio del año pero que se vio retrasado por la pandemia y la fusión) accederá a su jubilación y seguirá vinculado al banco como presidente de Banco Sabadell México. Pero todo esto se explicará con detalle en unos días.
EL FUTURO DE TSB
El que será nuevo CEO, pasó a ser miembro de la junta de TSB en mayo de este 2020. En este tiempo, el directivo ha podido empaparse de la situación que atraviesa la filial británica del Sabadell. La entidad quiere venderla, pero el mercado lo valora ahora mismo a un precio muy bajo, un precio que no es real. De hecho, los analistas no lo valoran ahora en más de 1.000 millones, y paradójicamente lo que más valor tiene en este momento es su plataforma informática, la que tantos dolores de cabeza dio en 2018, pues es la más moderna y digital del país.
Pero si deciden vender TSB a un precio bajo, “siempre por encima de 300 millones”, se da la paradoja de que, aunque genere pérdidas, tendrá un impacto positivo en el ratio de capital y le permitirá reforzar su solvencia al liberar activos ponderados por riesgo.
Es decir, vender TSB a perdidas tendrá un impacto neutro en el capital, pero el mercado lo premiaría al eliminar incertidumbre. Se podría decir que es una “mala operación, pero una buena venta”. Además, Sabadell ya tiene posibles compradores.
MANO A MANO CON OLIÚ
González-Bueno trabajará mano a mano con Josep Oliú, presidente del banco desde hace 21 años. Aunque él dejará sus funciones ejecutivas, algo que se ha relacionado con el desacuerdo con Carlos Torres para la fusión con BBVA o la llegada del nuevo CEO, pero que en realidad tiene que ver con la hoja de ruta que se pactó con el Banco Central Europeo.
El supervisor no es partidario de las presidencias ejecutivas, por eso, el Sabadell incorporó el año pasado al organigrama a David Vegara como consejero delegado de riesgos (CRO) en paralelo al consejo de administración. A su vez, todas las unidades que tenían que ver con negocio y dependían de Oliu pasaron a depender de Jaime Guardiola. Cumpliendo con esta premisa, el presidente dejará las funciones ejecutivas, pero aún el Consejo de Administración no lo ha aprobado.
Según explican fuentes financieras a MERCA2, en la reunión de directivos posterior a la presentación de resultados del tercer trimestre, Oliu ya había adelantado que en 2021 dejaría de tener estas funciones, pero tras la noticia de BBVA y González-Bueno, se ha asociado o buscado una “causa-efecto”. Pese a ello, insisten, Oliu seguirá como presidente del Consejo de Administración y solo dejaría de ejercer funciones ejecutivas, tal y como se pactó con el BCE.