En ocasiones anteriores ya hemos visto que no existe un único tipo de emprendedor, pero sí características similares que nos permiten agrupar a quienes trabajan por cuenta propia en diferentes categorías. Por lo que ha llegado el momento de hablar del falso emprendedor, un perfil que también es bastante común, aunque seguro que no te gustará encajar en él si tienes en mente poner en marcha un negocio.
Por norma general entendemos que un emprendedor es una persona responsable, capaz de ponerse al frente de un proyecto y plantarle cara a todas las dificultades y obstáculos que puedan aparecer en el camino. Pero en el panorama del emprendimiento también nos encontramos con perfiles que están muy alejados de este estereotipo.
5La avaricia, otro rasgo que lleva al fracaso
Si hay un rasgo que destaca en la personalidad de los falsos emprendedores es su carácter avaricioso. Nunca están dispuestos a compartir nada, así que si son buenos en algo no se molestan en enseñar a quienes tienen a su alrededor, porque quieren ser ellos los únicos con talento.
Además, un emprendedor avaricioso nunca está conforme con compensar a quienes le han ayudado, aunque no se trate de una compensación económica. Esto hace que tarde o temprano se acaben quedando solos y que su proyecto no pueda seguir adelante.