En ocasiones anteriores ya hemos visto que no existe un único tipo de emprendedor, pero sí características similares que nos permiten agrupar a quienes trabajan por cuenta propia en diferentes categorías. Por lo que ha llegado el momento de hablar del falso emprendedor, un perfil que también es bastante común, aunque seguro que no te gustará encajar en él si tienes en mente poner en marcha un negocio.
Por norma general entendemos que un emprendedor es una persona responsable, capaz de ponerse al frente de un proyecto y plantarle cara a todas las dificultades y obstáculos que puedan aparecer en el camino. Pero en el panorama del emprendimiento también nos encontramos con perfiles que están muy alejados de este estereotipo.
3La soberbia del falso emprendedor
Este es uno de los primeros rasgos que podemos distinguir en alguien que no tiene lo que verdaderamente hace falta para emprender. La soberbia y el orgullo pueden ser buenos en ciertas situaciones, pero no cuando se trata de poner en marcha un negocio, y mucho menos si hay que tratar con clientes, socios, posibles inversores o trabajadores.
Una persona con una personalidad soberbia carece de humildad, que precisamente es uno de los rasgos más comunes en los emprendedores más exitosos. Puedes reconocer fácilmente al emprendedor soberbio porque es incapaz de afrontar sus errores y reconocer que ha hecho algo mal. La consecuencia de esto es que cuando se equivoca no soluciona su error.