Un autónomo al frente de su propio negocio tiene muchas cosas importantes que atender. Sin embargo, hay una preocupación que suele situarse por encima de las demás: la gestión tributaria. Y es que lo que menos quiere un profesional es tener problemas con Hacienda.
Esto se debe a que cualquier pequeño error puede llegar a salir muy caro. No es necesario que haya voluntad de defraudar o que se deje una cantidad importante sin pagar. Una errata en la autoliquidación de impuestos, cometida involuntariamente, puede acabar derivando en una sanción que afecte al bolsillo del autónomo.
8Un ahorro que puede salir caro
Como veíamos antes, muchos autónomos están intentando ahorrar reduciendo costes de todo tipo, y algunos han considerado que su asesor fiscal o su gestoría son gastos prescindibles. Sin embargo, esta decisión puede llevar a ser un grave error y salir muy cara.
Salvo que el autónomo tenga muchos conocimientos en materia fiscal y esté al tanto de todos los impuestos que hay que presentar y los plazos para ello, lo mejor es no prescindir nunca de los especialistas. Porque un pequeño error puede hacer que la sanción impuesta sea prácticamente más cara que lo que costaría el servicio de un asesor fiscal durante un año.