La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado la nota de solvencia ‘A-‘ con perspectiva estable para la deuda soberana a largo plazo de España, según ha anunciado la calificadora de riesgos, destacando que la previsible llegada de la vacuna contra la Covid-19 proporcionará un poderoso impulso a las industrias intensivas.
Fitch ha señalado que la nota española está respaldada por una economía diversificada y de alto valor agregado, así como por sólidos indicadores de gobernanza, la facilidad para hacer negocios y los indicadores de desarrollo humano que se comparan favorablemente con la mediana ‘A’, mientras que argumenta que la perspectiva estable se basa en las perspectivas de crecimiento para 2021 y 2022, junto con las continuas condiciones favorables de financiación, facilitarán una deuda estable o descendente a lo largo del tiempo.
En el plano macroeconómico, Fitch prevé una caída del PIB de 11,7% para este año debido al impacto de la pandemia de la Covid-19, con una recuperación de la economía de cara al próximo año, con un rebote del 5,3% en 2021 y un 6,6% en 2022. A pesar de la recuperación durante los próximos dos años, espera que para finales de 2022 se mantenga un 0,9% por debajo de su nivel del cuarto trimestre de 2019.
La firma destaca la recuperación prevista para los dos próximos años, tras el impacto de la segunda ola de la Covid-19, con el impulso que supondrá para la actividad económica española el Plan de Recuperación para Europa propuesto por la Comisión Europea de 750.000 millones de euros, bautizado como ‘Next Generation EU’, y subraya que los 60.000 millones que España recibirá a fondo perdido, equivalente al 5% del PIB de 2019, apoyará la demanda interna.
La finalización de las ayudas del Gobierno para los sectores más afectados por la crisis económica generada por la pandemia el próximo año, según la calificadora, harán que el desempleo aumente, con una previsión del 18,4% en 2021.
Asimismo, la agencia anticipa un fuerte aumento del déficit para este año, desde el 2,9% del PIB en 2019 hasta el 11,7% este año, aunque con previsión sde que retroceda en 2021 y 2022 al 9,6% y 7,5 % del PIB, respectivamente. En este sentido, explica que la recuperación cíclica y la finalización de las medidas de apoyo relacionadas con el coronavirus serán los principales impulsores de la caída del déficit.
En este sentido, Fitch apunta que sus proyecciones son consistentes con una subida de la ratio de deuda hasta el 18,6% este año y alcanzará un máximo del 121,7% el próximo año, antes de descender al 120,5% en 2022, por encima del máximo del 100,7% del PIB alcanzado en 2014.
Así, la firma espera que el índice de deuda se mantenga estable en general o baje en el mediano plazo y que los riesgos de un índice más alto se mitiguen parcialmente por el bajo coste de financiación de la deuda y un periodo medio de vencimiento relativamente largo, lo que limita el riesgo de posibles subidas de tipos de interés.
La calificadora prevé también una fuerte reducción del superávit por cuenta corriente este año, del 2,0% al 0,5% del PIB, debido al impacto de la Covid-19 y, en particular, su influencia sobre el sector del turismo en España, y destaca la «muy alta» deuda neta, con un 74,5% del PIB a finales de 2019.
Fitch señala igualmente la previsible aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, tras varios años prorrogados, con una tasa de crecimiento económico sustancialmente superior para 2021 del 9,8% en comparación con sus previsiones.
En cuanto al riesgo político y la incertidumbre sobre la situación de Cataluña, Fitch apunta que el apoyo de partidos como ERC a las cuentas públicas para el próximo año apunta a una relación más conciliadora entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña, aunque admite que «el riesgo político y la incertidumbre persisten» por el objetivo de la independencia y con unas elecciones catalanas previstas para el próximo mes de febrero.