Para un autónomo tomar la decisión de jubilarse nunca es fácil. No es solo que estos profesionales tengan una pensión que muchas veces es escasa, sino que además se sienten tan unidos a su negocio que les da mucha pena desprenderse de él. Si estás pensando en retirarte y no quieres que lo que has creado con tanto esfuerzo desaparezca, puedes plantearle pasarle el relevo a un familiar, o incluso a una tercera persona.
Pero esto no es tan sencillo como parece. Cada negocio es único y la persona que te sustituya debe conocer muy bien todos los procesos de administración, de contabilidad, de marketing, etc. que has venido aplicando, para valorar si le conviene seguir usándolos o si, por el contrario, ha llegado el momento de hacer un cambio. Por tanto, tómate este procedimiento con calma para que salga lo mejor posible.
2Planificar el relevo generacional de tu negocio
Aunque dejar el negocio a alguien de la familia parece lo más sencillo, afrontar el proceso de cambio con alguien con quien tienes mucha confianza puede hacer que todo se complique un poco más de lo que debería precisamente por esa confianza. Una vez alcanzado el acuerdo, si hay en la familia otras personas que pudieran haber estado interesadas en quedarse al frente del negocio, lo mejor es comunicar la sucesión lo antes posible y explicar por qué se ha elegido a esa persona y no a otra.
El traspaso de poderes debe abordarse con tiempo suficiente. Si te jubilas dentro de dos meses y has elegido hoy a tu sucesor al frente del negocio, ya vas muy tarde. Aunque esa persona haya trabajado contigo desde hace años, vas a necesitar unos cuantos meses para darle toda la formación que necesita y que se involucre en aspectos del negocio que puede que hasta ahora le sean desconocidos.