Las restricciones a la movilidad derivadas de la crisis sanitaria han supuesto un golpe en las cuentas de Adif de más de 400 millones de euros en lo que va de 2020, lo que representa una caída del 26% en los ingresos respecto al mismo periodo que el año anterior.
Así lo ha adelantado la presidenta del gestor ferroviario, Isabel Pardo de Vera, quien ha destacado que, pese a la caída de la demanda, Adif ha seguido operando todas las líneas que gestiona, incluyendo el mantenimiento y las demás labores de seguridad.
Asimismo, la ejecución presupuestaria este año ha crecido respecto al año pasado, sobre todo en la red convencional, con unas inversiones de 770 millones de euros, frente a los 340 millones de euros que viene ejecutando de media desde su creación, aunque algunos años llegó a caer al entorno de los 200 millones de euros.
LA LIBERALIZACIÓN, UN ÉXITO
Respecto a la liberalización ferroviaria, que comienza el próximo lunes 14 de diciembre, Pardo de Vera la ha definido como «un éxito que no se pensaba», ya que comenzó hace dos años y ahora se completa.
La intención de Adif en este sentido es que haya nuevos operadores que desplieguen nuevos servicios, de forma que se incluyan todos los trenes que quepan en todos los surcos disponibles, lo que permitirá captar nuevos tráficos y avanzar en la estrategia de sostenibilidad.
Pardo de Vera ha explicado también que, a diferencia de la anterior crisis, en la que Adif no tenía proyectos con los que contrarrestar su efecto, esta vez sí ha desplegado sus mecanismos, a través de proyectos alineados con los fondos de recuperación y resiliencia de la Unión Europea, que cree que supondrán un «balón de oxigeno» para poder completar la mejor red posible.
«Este presupuesto permitirá seguir modernizando por un lado la red convencional, que en muchos casos se encontraba al borde de la obsolescencia y, por otro, facilitar un ferrocarril a los españoles a la altura del siglo XXI, cada vez más atractivo, seguro y sostenible», ha concluido.