Chep es un proveedor internacional de soluciones para cadenas de suministro en sectores tan variados como bienes de consumo, productos frescos, bebidas, manufacturero y minoristas. Entre su cartera de clientes, marcas como Procter & Gamble, Sysco, Kellog’s o Nestlé que usan sus 300 millones de plataformas reutilizables. Pallets y contenedores que, para mantener los estándares de higiene necesitan agua y detergentes en pequeñas cantidades.
“Trabajamos constantemente para garantizar que los recursos hídricos se utilicen de manera eficiente. En 2020 hemos reducido 2.500 megalitros de agua lo que equivale, aproximadamente, a 1.009 piscinas olímpicas”, señala Iñigo Canalejo, director de Sostenibilidad de Chep Emea.
De cara al futuro, el compromiso de Chep es el de recuperar y reciclar el agua y reponerla en áreas con estrés hídrico. “Este objetivo tiene como objetivo garantizar que el agua se administre cuidadosamente a través de nuestros centros de servicio, incluidos los procesos de lavado y descargas a alcantarillas municipales”, concreta Iñigo Canalejo.
Por lo que respecta a la huella de carbono, de 2015 a 2020, su meta era reducir las emisiones un 20%. Chep va a acabar el año en el 33%. “Nos hemos marcado el reto de que nuestras operaciones sean neutras en carbono en 2021. El uso de nuestros productos reduce considerablemente la huella medioambiental de las cadenas de suministro globales”, sostiene el director de Sostenibilidad. Y añade: “Sólo en 2020, nuestros clientes han ahorrado dos millones de toneladas de CO2, equivalente al dióxido de carbono que emitirían 45.000 camiones dando la vuelta al mundo”.
LA ESTRATEGIA DE CHEP
El modelo de negocio de Chep, basado en la economía circular y conocido como pooling, se basa en que sus clientes comparten y reutilizan sus palés, cajas y contenedores en toda la cadena de suministro. Dicho de otra manera, sólo utilizan las plataformas cuando las necesitan.
“Chep se encarga de recolectarlas, inspeccionarlas y repararlas. Luego las enviamos de regreso a la cadena de suministro para comenzar el ciclo nuevamente. De esta forma alargamos la vida útil de cada plataforma, ahorrando madera y residuos”, resalta Iñigo Canalejo.
Sus soluciones de transporte colaborativo han conseguido ahorrar, en un solo año, 75 millones de kilómetros en todo el mundo. De esa manera se han evitado que 86.000 toneladas de CO2 llegaran a la atmósfera. Una iniciativa de la que se benefician más de 200 clientes.
“España es un referente en este sentido. Hemos lanzado la iniciativa AirShared, que pone en contacto a diferentes clientes que comparten la misma visión sobre sostenibilidad y economía circular. Ya contamos con más de 50 grandes compañías que han conseguido eliminar casi dos millones de kilómetros en vacío durante el último año”, apunta el directivo.
Chep ha elaborado su nueva estrategia de cara al próximo lustro. “Debemos pasar de sistemas degenerativos que destruyen recursos naturales a modelos regenerativos que restauran la naturaleza y refuerzan nuestra sociedad”, concluye Iñigo Canalejo. Por ejemplo, plantando dos árboles por cada árbol utilizado.