Para un autónomo es fundamental tener liquidez para poder frente a los pagos que tiene pendientes, sin importar si son pagos de impuestos o facturas de proveedores. Pero no siempre tiene disponible todo el dinero que le hace falta, lo que se debe en gran medida a que los clientes muchas veces no pagan a tiempo. De ahí que estos profesionales tengan que recurrir a fórmulas como el factoring.
Ahora veremos en detalle en qué consiste y qué tipos existen, pero no podemos olvidar que esta es solo una de las alternativas de financiación que los autónomos tienen a su disposición. Una medida sencilla que les permite acceder de forma rápida al dinero que les hace falta sin tener que esperar a que sus clientes les paguen.
5Ventajas del factoring para el autónomo
La principal ventaja es que el autónomo puede acceder a liquidez de forma inmediata y consigue cobrar las facturas mucho antes de lo habitual. De hecho, la factura se puede ceder desde el mismo momento en que se elabora. Es una operación totalmente legal que permite al autónomo continuar con su operatividad sin generar deudas.
Por otro lado, el profesional se libra de todos los problemas asociados a los retrasos en el cobro de facturas, como tener que hacer reclamaciones o buscar asesoramiento legal para iniciar una reclamación más formal. Además, la empresa factor puede asesorar al autónomo a la hora de elegir sus clientes, informándole sobre posibles riesgos de morosidad.