Para un autónomo es fundamental tener liquidez para poder frente a los pagos que tiene pendientes, sin importar si son pagos de impuestos o facturas de proveedores. Pero no siempre tiene disponible todo el dinero que le hace falta, lo que se debe en gran medida a que los clientes muchas veces no pagan a tiempo. De ahí que estos profesionales tengan que recurrir a fórmulas como el factoring.
Ahora veremos en detalle en qué consiste y qué tipos existen, pero no podemos olvidar que esta es solo una de las alternativas de financiación que los autónomos tienen a su disposición. Una medida sencilla que les permite acceder de forma rápida al dinero que les hace falta sin tener que esperar a que sus clientes les paguen.
3Factoring con recurso
Dentro de las diferentes modalidades de factoring que existen vamos a empezar examinando esta. Aquí el factor no asume el riesgo de impago y puede actuar contra el autónomo que ha cedido la factura si el destinatario final de la misma no abona el importe debido. Esta es la modalidad más habitual.
El factor puede tomar todas las medidas extrajudiciales y judiciales para conseguir el pago de la factura, pero si esto no fuera posible está habilitado para devolver al autónomo las facturas cedidas y recuperar el importe anticipado.