El sector de las renovables ha señalado la necesidad de las subastas, ya que dan «transparencia y democratizan» la energía, aunque ha advertido de que deben ser «bien pensadas y bien estructuradas».
En su participación en el IV Congreso de Energías Renovables organizado por APPA, el presidente y consejero delegado de Ence, Ignacio Colmenares, consideró que las subastas de renovables, que prevé lanzar el Gobierno antes de que expire este 2020, van a hacer que «haya competencia y que el precio de la energía siga siendo cada vez más competitivo».
«Si no hay subastas y lo dejamos en el mundo de las grandes eléctricas antiguas no habrá competencia de verdad. La subasta democratiza y es buena», dijo al respecto, añadiendo, eso sí, que, en su opinión, los objetivos de 80 megavatios (MW) para biomasa en la próxima subasta «parece poco».
A este respecto, el presidente no ejecutivo de Capital Energy, Juan Lasala, señaló que las subastas «son una forma de dar visibilidad al mercado», aunque recalcó que deben estar «bien pensadas y diseñadas».
Por su parte, el consejero delegado de Energía de Acciona, Rafael Mateo, estimó que las subastas son un mecanismo más para el desarrollo de las renovables y defendió que su éxito «hay que medirlo por la ejecución de los proyectos», ya que en las últimas subastas que se celebraron en 2016 y 2017 en España en torno al 30% de los proyectos no se ejecutó en plazo y en un porcentaje aún mayor no son propietarios los adjudicatarios, «lo cual es algo de especulación», advirtió.
Asimismo, Mateo aseguró que, justo ahora que las renovables son competitivas, «es el momento de dejar de hablar de precios» y focalizarse en su capacidad de generar empleo y aportar beneficios «muy superiores» a los ahorros.
IMPORTANCIA DE LAS INTERCONEXIONES
Por otra parte, Lasala incidió en la importancia de las interconexiones para impulsar las renovables, ya que permitirán aprovechar a finales de 2030 una situación exportadora de electricidad para España.
En esta misma línea, la presidenta de OMEL y vicepresidenta de OMIE, Carmen Becerril, apuntó la importancia de «volver a la batalla» de las interconexiones como uno de los «elementos claves y determinantes» para que todos los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se puedan hacer realidad.
Finalmente, las empresas del sector coincidieron en que el Plan de Recuperación para España representa una oportunidad para acelerar los objetivos que marca la ‘hoja de ruta’ para la descarbonización del Gobierno a 2030.
OBJETIVOS MÁS AMBICIOSOS PARA LA BIOMASA
No obstante, Colmenares consideró que en el caso de la biomasa los objetivos marcados en el PNIEC representan «un freno», dado el ritmo instalador y la competitividad.
«La potencia instalada de generación con biomasa en Alemania es de 8.000 MW, frente a unos 800 MW en España. El objetivo del PNIEC es destinar 800 MW más a 2030. España cuenta con abundancia de recursos biomásicos, a diferencia de otros países. Podemos hacer mucho más», dijo.