Iberdrola, a través de la sociedad Vineyard Wind, ha seleccionado a la estadounidense General Electric (GE) como proveedor preferente para suministrar las turbinas para su parque eólico marino ‘Vineyard Wind 1’, que desarrollará en aguas de Massachusetts (Estados Unidos) mediante esta ‘joint venture’ que tiene con Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) y que será la primera instalación de este tipo a gran escala en el país.
En concreto, el fabricante suministrará a ‘Vineyard Wind 1’ los generadores de turbina eólica ‘Haliade-X’, líderes en la industria de GE Renewable Energy, y los más potentes del mundo en funcionamiento hasta la fecha para este tipo de instalaciones.
Fuentes del mercado indicaron que el importe total del contrato ascendería a unos 1.000 millones de dólares (830 millones de euros). Los modelos de las máquinas de GE podrían llegar a ser de una potencia de hasta 12 MW.
El director ejecutivo de Vineyard Wind, Lars T. Pedersen, destacó que la selección de GE como proveedor preferentes de turbinas significa que «una empresa estadounidense histórica desempeñará un papel vital en el desarrollo de la primera energía eólica marina a escala comercial en los EE.UU».
Así, puso en valor que este contrato representa un gran momento no solo para el futuro del proyecto, «sino también para el futuro de una industria que está preparada para un crecimiento exponencial en las próximas décadas».
El presidente y director ejecutivo de ‘Offshore Wind’ en GE Renewable Energy, John Lavelle, destacó el orgullo de esta asociación con Vineyard Wind «para el primer gran proyecto eólico marino en los EE.UU».
Así, GE sucede a MHI Vestas como proveedor de las turbinas para ‘Vineyard Wind 1’, que perdió su elección como proveedor debido a los retrasos en el proyecto, lo que hizo expirar el contrato preferencial.
RETIRAR TEMPORALMENTE SU COP
Asimismo, como parte de la consecución de este importante hito, Vineyard Wind ha decidido retirar temporalmente su Plan de Construcción y Operaciones (COP) de una revisión adicional por parte de la Oficina de Gestión de la Energía Oceánica (BOEM) para permitir que el equipo del proyecto lleve a cabo una revisión técnica asociada con la inclusión de Haliade-X en el diseño final del proyecto.
Esta información se comunicó formalmente a BOEM este martes. «Si bien la decisión de pausar el proceso en curso fue difícil, tomar este paso ahora evita potencialmente más demoras federales y estamos convencidos de que brindará el cronograma general más corto para entregar el proyecto según lo planeado», subrayó Pedersen.
De esta manera, Vineyard Wind tiene la intención de reiniciar el proceso BOEM desde donde se quedó tan pronto como complete la revisión final.
Dentro de su calendario previsto, la sociedad participada por Iberdrola espera alcanzar el cierre financiero en la segunda mitad de 2021 y comenzar a entregar energía limpia a Massachusetts en 2023.
El parque eólico marino ‘Vineyard Wind 1’ fue adjudicado en 2018, está previsto que genere electricidad a un costo competitivo para más de 400.000 hogares y negocios en todo el estado de Massachusetts y se espera que reduzca las emisiones de carbono en más de 1,6 millones de toneladas por año.
En septiembre, Vineyard Wind recibió ya la aceptación final para la presentación de la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) para la ejecución de su acuerdo de interconexión con ISO-NE.
ASPIRA A OTROS 1.300 MW EÓLICOS MARINOS EN EL ESTADO DE NY
Además, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán, también a través de la sociedad Vineyard Wind, presentó el pasado mes de octubre una propuesta para desarrollar proyectos de eólica marina en aguas del Estado de Nueva York (Estados Unidos) por unos 1.300 MW.
Este proyecto, denominado ‘Liberty Wind’, pujará por esa capacidad, con la que podría suministrar energía limpia a alrededor de 700.000 hogares y empresas, en la segunda subasta de capacidad eólica convocada por el estado de Nueva York.
APUESTA POR LA EÓLICA MARINA
Iberdrola cuenta en Estados Unidos con una cartera potencial de proyectos (‘pipeline’) de 4,9 gigavatios (GW) en eólica marina, en una clara apuesta por el desarrollo de la tecnología ‘offshore’ en el país.
Entre ellos figuran, además de ‘Vineyard Wind 1’, el proyecto ‘Park City Wind’, de 804 MW y que se llevará a cabo en la costa del estado de Connecticut. Además, el grupo también lleva a cabo el proyecto ‘Kitty Hawk’, en aguas de Carolina del Norte y Virginia y que cuenta con un potencial de 1.486 MW de capacidad eólica marina.
La cartera de proyectos en todo el mundo de Iberdrola en eólica marina tiene como ejes principales de desarrollo del grupo el Mar del Norte, el Mar Báltico, Estados Unidos, así como Japón.
Actualmente, el grupo ya tiene en operación tres parques eólicos marinos: West of Duddon Sands, puesto en marcha en 2014 en el mar de Irlanda; Wikinger, en funcionamiento desde diciembre de 2017 en aguas alemanas del mar Báltico y East Anglia One, en aguas del Reino Unido, del que se han instalado los 102 aerogeneradores y que ya está produciendo electricidad. Con 714 MW de capacidad y una inversión de 2.400 millones de libras, será capaz de atender el suministro eléctrico de 630.000 hogares ingleses.
A estos nuevos parques se sumará Saint-Brieuc, en aguas francesas, cuya entrada en operación se prevé para 2023. Tendrá una potencia de 496 MW y estará ubicado frente a la costa de la Bretaña francesa, 20 kilómetros mar adentro.
Asimismo, la empresa se hizo en Alemania, en abril de 2018, con dos nuevas instalaciones en el Báltico con una potencia total de 486 MW: Baltic Eagle y Wikinger Süd.
Además, a finales del año pasado anunció que va a desarrollar un nuevo macrocomplejo eólico en East Anglia, denominado East Anglia Hub y que incluirá los tres proyectos que tenía en cartera en esa zona: East Anglia One North, East Anglia Two y East Anglia Three. Con 3.100 MW de potencia instalada, requerirá una inversión de alrededor de 6.500 millones de libras y está previsto que su construcción, que durará cuatro años, arranque en 2022.
Más recientemente, cerró una opción sobre otros posibles 9 GW acordados con la compañía sueca Svea Vind Offshore AB (SVO) y una alianza para desembarcar en Japón tras alcanzar un acuerdo con Macquarie’s Green Investment Group (GIG) para la adquisición del 100% de la promotora nipona Acacia Renewables, que cuenta con una cartera de proyectos ‘offshore’ de 3.300 MW.