La dieta mediterránea es conocida a nivel mundial por sus beneficios para la salud. Se caracteriza por ser una alimentación en la que abundan los productos frescos y saludables como verduras, legumbres, carnes y pescados, cocinados al estilo tradicional. Pero ni una dieta milenaria como esta ha podido permanecer inmune ante la Covid-19.
La pandemia ha cambiado muchas cosas en nuestra vida, y una de ellas es nuestra forma de alimentarnos. Los últimos estudios demuestran que más de un 70% de la población subió de peso durante el confinamiento y una gran mayoría no han conseguido volver a su peso anterior. Esto se debe a que en estos meses nos estamos alimentado peor. ¿Por qué?
1La pandemia de Covid-19 hace que muchos se alimenten peor
Hemos pasado por unos meses muy duros y todavía queda mucha batalla por delante. Aunque es posible que la vacuna llegue dentro de poco, los expertos aseguran que 2021 seguirá siendo un año complicado y tendremos que seguir viviendo con las restricciones a las que ya nos hemos acostumbrado: toque de queda, cierres perimetrales, uso obligatorio de mascarillas, etc.
La situación hace que tengamos que pasar más tiempo en casa, con lo cual estamos menos activos. Y a ello hay que sumarle que todo lo que ocurre es un gran generador de estrés y ansiedad, mucho más en las personas que han perdido a un ser querido en estos meses o tienen un enfermo en casa o en el hospital. La respuesta ante esto es que la mayoría de las veces no se tiene ganas de cocinar y cuando aparece el hambre se recurre con más frecuencia a productos poco sanos como los ultraprocesados (pizzas, bollos…).