El perfil del profesional que trabaja por su cuenta es muy diferente hoy en día al de hace dos décadas. Y lo es porque la tecnología ha cambiado la forma de trabajar e incluso de pensar. Si a principios de los 2000 un pequeño empresario ni soñaba con poder llevar su negocio más allá de las fronteras de su municipio de residencia, hoy en día muchos emprendedores ya ponen en marcha su idea empresarial con intención de vender productos y servicios en todo el mundo.
La internacionalización se ha simplificado gracias a las nuevas tecnologías y también gracias al desarrollo de normas que permiten la prestación de servicios o entrega de bienes interfronteras de forma mucho más rápida y sencilla. Y a ello hay que sumarle que cada vez hay más empresas que ofrecen servicios accesorios que facilitan la vida de aquellos empresarios que quieren sacar rentabilidad a su negocio a nivel internacional. Pero, a pesar de estas facilidades, no todo el mundo está listo para convertir el mundo en su mercado. ¿Tú lo estás? Vamos a comprobarlo.
2El mercado local está saturado y no consigues hacer destacar tu negocio
Hay sectores en los que la competencia es de tal calibre que resulta muy complicado que un negocio destaque, especialmente si en dicho sector operan grandes empresas que se llevan la mayor parte de la clientela. Hay quien ante un mercado local saturado decide rendirse y cerrar su empresa, pero puede que tú hayas decidido luchar.
En este caso la internacionalización se plantea como una muy buena alternativa, puesto que te permite ofrecer tus productos o servicios en mercados que no están tan saturados. Además, puedes aprovechar la buena imagen internacional de la “Marca España” para ir abriéndote camino.