Jesús Cintora ha levantado en dos puntos el mediodía de La 1 de TVE con ‘Las cosas claras’, que es un espacio que debiera hacerse con medios públicos en vez de estar facturado por La Coproductora de José Miguel Contreras.
La irrupción de esta tertulia ha ayudado a elevar los datos de los ‘Informativos Territoriales’ en alrededor de tres puntos, la primera edición del ‘Telediario’ en más de un punto y ha rebajado los números de ‘Al rojo vivo’ de La Sexta en torno a dos puntos.
LAS MENTIRAS DE MATEO PARA JUSTIFICAR EL PROGRAMA DE CINTORA
Rosa María Mateo ha vuelto a utilizar munición averiada en su comparecencia ante la Comisión Mixta (Congreso y Senado) de Control parlamentario de RTVE. La administradora única asegura que ‘Las cosas claras’ de Jesús Cintora «no es un programa informativo, es un magacín de actualidad informativa».
«No es un programa informativo. Por eso no estamos obligados a que sea cien por cien de producción interna», añade. Mateo asegura que RTVE ha contratado a Contreras porque éste aporta elementos que «no están disponibles en la casa» y que «son necesarias para conseguir que el proyecto del programa se materialice».
La Coproductora, según Mateo, «aporta presentador, director, contertulios, redacción, reporteros, equipos ENG, grafismo, realidad aumentada, edición de vídeo, escenografía, decorado, cabeceras y rótulos» y RTVE se encarga de «plató, medios técnicos y personal de operación de plató, equipo de realización, de producción de medios, documentación y material audiovisual, director adjunto, despachos de producción y sistema de producción digital».
QUEJAS DEL CONSEJO DE INFORMATIVOS
El relevo de la cúpula de RTVE sigue encallado y este hecho está provocando el enfado del Consejo de Informativos, que asegura que la Corporación pública «ha descendido varios escalones en su capacidad de referencia social» y «ahora parece estar inmersa en una pendiente de caída libre en todos los planos. Sin presidencia ni consejo de administración elegidos por el parlamento, por vez primera en democracia, no solo incumple la ley de 2006 sino la propia constitución (art. 20.3: «la ley regulará…») perdiendo al mismo tiempo su legitimidad para las funciones que le son propias: nombramiento de directivos, aprobación de contenidos y presupuestos».
«De forma que las múltiples decisiones de estos dos años, normales en una gestión televisiva, como las remociones de directivos de radio o de centros territoriales, las sustituciones de corresponsalías claves, los cambios sustanciales de programación y sus frecuentes fracasos, suscitan en estas condiciones crisis periódicas internas y el deterioro creciente de su imagen pública«, añaden.
Este organismo también denuncia que «RTVE tiene además su mandato marco anticuado y vencido desde diciembre de 2016 y carece siempre del contrato programa trienal que exige la ley de 2006, sin los cuales es inverosímil su misión social, y el cumplimiento del protocolo de Amsterdam (32 del tratado de constitución actual de la UE) que exige la proporcionalidad del dinero público con las funciones legales del servicio público, por lo que Bruselas podría expedientar a España en cualquier momento».
«Peor aún, con su presupuesto de gastos congelado desde 2010, RTVE es incapaz de competir con el potente duopolio comercial de Mediaset y Atresmedia, y por supuesto de hacer una transición digital y multimedia que exige su propia supervivencia», explican.
«ÚLTIMA OPORTUNIDAD HISTÓRICA»
El Consejo de Informativos asegura que «la convicción general» que se ha instalado en RTVE «es que los cuarenta años en democracia buscando a trompicones un modelo de servicio público democrático como el reconocido en el tratado constitutivo de la UE, no son ya soportables, y que RTVE y detrás las TV.AA. están ante su última oportunidad histórica. Especialmente cuando una larga trayectoria de las radiotelevisiones europeas occidentales muestra el camino de normas y «buenas prácticas» que hacen de sus servicios públicos puntales de la información y el debate democrático, de la creación y la difusión de la cultura, indispensables frente a la avalancha de programaciones comerciales, de contenidos basura, y a la hiperfragmentación de un público que pierde sus referentes simbólicos comunes.
«Habitualmente empaquetada con el poder judicial, como una especie de guinda al pastel de ese consenso imposible con la oposición, la renovación del Consejo de RTVE es legalmente viable aun en el hipotético caso de un boicot de la derecha, porque según la ley de 2007, 15 días al menos después de una fallida votación por 2/3 de ambas cámaras, los nombramientos pueden salir adelante por mayoría simple si aúnan propuestas de la mitad al menos de los grupos parlamentarios existentes (disposición transitoria 1ª), una previsión factible en el Congreso (10 grupos) como en el Senado (ocho)», explican con ánimo de que el PSOE ejecute la renovación.
NUEVO CONTRATO PARA EL PRODUCTOR DE LA TERTULIA DE CINTORA
El que parece encantado con la situación de RTVE es José Miguel Contreras, que prepara otro proyecto para la pública que pretende compatibilizar con la tertulia de Cintora. La Coproductora realizará ‘El condensador de Fluzo’, que será un nuevo espacio de divulgación histórica para el prime time de La 2.
El escritor Juan Gómez-Jurado conducirá este espacio que contará con la colaboración de los humoristas Javier Cansado y Miguel Iríbar y que según RTVe será un espacio «apto para todos los públicos interesados en el pasado, sin importar su nivel de conocimiento».