Para muchos trabajar es su vida, especialmente si tienen un negocio propio. Pero también hay quien quiere disfrutar de su tiempo libre y ya está pensando en cuándo podrá retirarse. En el caso de los trabajadores asalariados existe lo que se conoce como jubilación parcial, una modalidad de retiro de la que se ha hablado mucho en el colectivo de los autónomos.
Aunque solemos pensar que cuando uno se retira del trabajo lo hace de forma total, lo cierto es que en nuestra legislación existen varias modalidades que permiten tanto a autónomos como a asalariados compatibilizar el cobro de una parte de su pensión pública con lo que ganan a través de su actividad profesional. Pero estos tipos de jubilación no son iguales para trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia. Una vez más las diferencias entre autónomos y asalariados se hacen evidentes cuando se trata de protección pública.
6Los autónomos buscan otras opciones
Dado que no pueden acceder a la jubilación parcial y que las pensiones que cobra este colectivo son normalmente bajas, lo que hacen muchos autónomos es buscar otras alternativas para poder retirarse del mercado laboral antes de llegar a cumplir la edad legal de jubilación, que está en aumento y llegará a ser de 67 años.
Para muchos de ellos la única alternativa es buscar opciones como ahorrar e invertir bien su dinero para poder tener así una cantidad que les permita mantener su nivel de vida cuando dejen de trabajar, incluso si quieren hacerlo antes de tiempo. Otras medidas habituales son la venta del local o establecimiento en el que se llevaba a cabo la actividad o incluso el traspaso del negocio.
Al final de lo que se trata es de poder tener un pequeño colchón económico para no depender exclusivamente de una pensión pública de jubilación. Precisamente por ello, muchos autónomos prefieren seguir cotizando a la Seguridad Social por la base mínima aunque realmente podrían pagar más, y guardar así dinero para su jubilación.