sábado, 23 noviembre 2024

Endesa culmina su cambio ideológico: sale el carbón y entra el hidrógeno

En esos 25.000 millones de euros previstos en inversiones por Endesa entre 2021 y 2030, el 40% -unos 10.000 M€- se destinarán a aumentar el parque generador renovable, con la meta de alcanzar más de 18.000 MW. Mientras, otro 40% se dirigirá a la red de distribución, lo que elevará la base de activos regulados de redes a los 13.000 millones de euros al final del periodo. Entretanto, la mirada está puesta en los grandes retos, como despedir el carbón pero con planes de acompañamiento que ocupen el espacio que dejara el cierre de las centrales térmicas. Del otro lado, la principal baza para la eléctrica se materializará con la llegada del hidrógeno verde, una tecnología en la que España quiere colocarse a la vanguardia.

En el plan de inversión de Endesa, revisado y actualizado, se pretende además que su porcentaje de producción libre de emisiones de CO2 alcance el 80% al final de la década. Así, la senda de descarbonización se acelerará respecto al plan anterior, que preveía que en 2030 se emitieran 140 gramos de dióxido de carbono por kilovatio/hora de electricidad producida. Un umbral que ahora se reduce a 95 gramos, un 80% menos respecto a 2017.

También Endesa prevé un crecimiento de cerca del 23% en su número de clientes en el segmento de mercado libre, situándose en el entorno de los 7 millones en 2030 -desde los 5,7 millones a finales de este año-.

2027: ADIÓS AL CARBÓN

La compañía dirigida por José Bogas prevé igualmente acelerar todavía más en el cierre del carbón, en línea con su matriz Enel, y habrá cesado completamente todas sus operaciones de generación con esta tecnología, dentro y fuera de la Península Ibérica, en 2027.

Endesa avanza en su batalla contra el carbón. El cierre de las térmicas es un firme compromiso y una obligación en marcha. La eléctrica azul ha adjudicado el desmantelamiento de la central de Compostilla, situada en Cubillos del Sil (León), que dejó de estar operativa el 30 de junio. Se une así a sus centrales hermanas próximas a desaparecer: Andorra (Teruel), Carboneras (Almería) y Alcudia (Baleares). Sólo As Pontes (A Coruña) deja una puerta abierta a la continuidad sin carbón.

De sobrevivir a la descarbonización, As Pontes se convertiría en la única planta de la compañía que mantendría su actividad canjeando carbón por biocombustibles. Las características técnicas de la térmica gallega la hacen única en Europa y capaz de reconvertirse en una planta de generación de energía a partir de lodos y otros residuos locales.

Si bien Endesa afirma impulsar la transición hacia un modelo energético sin emisiones, e incluye en su compromiso el cierre de las centrales térmicas de carbón y la apuesta por las energías renovables, se echan en falta planes de acompañamiento concretos y alternativos al espacio económico, laboral y social que ocupaba el carbón. En el caso concreto de As Pontes, todo parece indicar que las intenciones de Endesa estarían más próximas a dar cerrojazo al carbón apostando por proyectos renovables en otros emplazamientos, lo que supondría dar la espalda a los trabajadores de la zona.

HIDRÓGENO VERDE Y ALMACENAMIENTO

Además, la apuesta por nuevas tecnologías de la empresa se traducirá en el impulso de sistemas de almacenamiento con baterías y de proyectos de hidrógeno -con una cartera de un total de 22- potencialmente elegibles al Fondo de Recuperación Europeo.

Los usos potenciales a los que se refiere Endesa en su plan estratégico hablan de la producción de hidrógeno verde, las aplicaciones térmicas industriales, el impulso de esta tecnología y sus aplicaciones en la movilidad sostenible, la importancia del hidrógeno verde en la remodelación de la generación extrapeninsular -dada la imperiosa necesidad de autonomía energética y el peso del almacenamiento en las islas- y la generación eléctrica.

En la trepidante carrera por posicionarse en los primeros puestos en el desarrollo del hidrógeno verde en España Iberdrola y Repsol se sitúan a la cabeza. Tras las dos compañías que lideran el ranking, el resto de energéticas avanza también proyectos concretos o, en su defecto, la creación de divisiones específicas dedicadas a la evaluación e inclusión de esta tecnología en los planes estratégicos de las compañías. Endesa, Naturgy, Acciona, Enagás, Redexis…, ninguna se resiste a subirse al tren de un vector energético estratégico con una proyección que está despertando un interés inusitado en el sector.

El hidrógeno en España supone una gran oportunidad de desarrollo económico y tecnológico en el marco de la transición energética. De hecho, en el contexto de la emergencia climática y ambiental, los objetivos que se ha marcado España cifran la reducción de emisiones de CO2 en un 23% de cara a 2030 y la neutralidad climática en 2050, con un sistema eléctrico 100% renovable.

La renovación del plan estratégico 2021-2023 de Endesa se ha realizado, según la visión a 2030 para la compañía aplicada para aprovechar las oportunidades derivadas tanto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para la próxima década, así como de los fondos para la recuperación postCovid que llegarán de la Unión Europea.


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