Cuando vamos a poner en marcha un negocio son muchas las cosas que debemos tener en cuenta, pero una de las primeras dudas que debemos despejar es si nuestra idea es viable. ¿Quieren los consumidores comprar el producto o servicio que les vamos a ofrecer? ¿A qué precio están dispuestos a hacerlo? Para resolver estas incógnitas podemos recurrir al estudio de mercado.
Aunque hay especialistas en hacer este tipo de análisis, si estás emprendiendo o ya llevas tiempo como autónomo y quieres lanzar un producto o servicio es posible que no tengas recursos económicos suficientes como para pagar a un experto. No te preocupes, vamos a explicarte cómo puedes hacer tú mismo un análisis de este tipo.
4Elegir un tipo de investigación para el estudio de mercado
Tal y como hemos visto antes, hay dos tipos de estudios de mercado, los primarios y los secundarios. En función del objetivo que hayamos marcado para nuestra investigación nos vendrán mejor las fuentes directas o primarias o las fuentes indirectas o secundarias. La idea es obtener datos cuantitativos y también cualitativos.
Ocurre con frecuencia que la mejor decisión es combinar fuentes directas e indirectas. Pero no vale con pensar en usar las dos, hay que elegir de entre ellas cuáles en concreto se van a utilizar. Cada herramienta tiene un objetivo, así que nos puede venir mejor usar unas u otras. También depende mucho de los recursos que tengamos a nuestra disposición, es posible que no tengamos recursos para hacer un panel de consumidores, pero podríamos usar estadísticas oficiales sobre el consumo de ciertos productos o servicios.
