El de los autónomos es un colectivo muy expuesto a acumular deudas. En la mayoría de los casos no es que el afectado no quiera pagar, sino que son las propias deudas de sus clientes las que le llevan a un estado de insolvencia. Esto un grave problema que puede acabar con el patrimonio personal del afectado, por lo que conviene tomar medidas lo antes posible.
Un autónomo no es una sociedad, por lo que no tiene su responsabilidad limitada en modo alguno. Lo que significa que de las deudas derivadas de su negocio debe responder personalmente con su patrimonio, e incluso con el patrimonio de su pareja si está casado en régimen de sociedad de gananciales.
5¿Cómo acogerse los autónomos a este procedimiento?
Los autónomos que deseen acogerse al procedimiento de segunda oportunidad deben demostrar que no tiene patrimonio para hacer frente a sus deudas, además, se exige que el importe total de las mismas no supere los 5 millones de euros. Por otro lado, se pide que haya buena fe por parte del deudor.
El interesado debe poner todos sus bienes y activos (excepto los imprescindibles para el desarrollo de su actividad profesional) a disposición de los acreedores mediante un mediador judicial. Los bienes se liquidan y se abonan las deudas. La parte de deuda pendiente de pago después de este procedimiento se cancela por el juzgado correspondiente. Quedando así el autónomo libre de deudas.
