Representantes del sector de automoción han reclamado al Gobierno central que modifique su planteamiento sobre el Impuesto de Matriculación, ante la entrada en vigor de la normativa de emisiones WLTP, porque puede ser «un mazazo» y llevar a una caída de la demanda que han cifrado en 100.000 unidades, con el consiguiente «impacto en la economía y el empleo».
Esta reflexiones se ha realizado en la VI jornada profesional Deia Automobile sector Bilbao Bizkaia, en la que han participado, de manera telemática, el presidente de BMW Group Ibérica, Manuel Terroba, la vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), Marta Blázquez, el director general de Kia Motors Iberia, Eduardo Divar, y el director general de Skoda, Fidel Jiménez de Parga, entre otros.
En el encuentro han analizado las consecuencias de la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones WLTP a partir del 1 de enero, si no se modifican los tramos del impuesto de matriculación, ya que puede conllevar a un aumento de la presión fiscal en este tributo.
El director general de Skoda, Fidel Jiménez de Parga, ha advertido de que, si no se modifican los planes del Gobierno, ello puede llevar a una caída de la demanda que ha cifrado en 100.000 unidades en 2021 y ha advertido del impacto que puede tener en el empleo.
Según ha indicado, los coches el 1 de enero van a emitir el mismo nivel de emisiones que el 31 de diciembre, pero «se va a medir de forma diferente» y ha advertido de que las marcas «ni pueden ni van a asumir un incremento de coste impositivo del 4,75% sobre el 50% del mercado».
Fidel Jiménez de Parga ha añadido que dejar de vender 100.000 unidades puede suponer 500 millones de facturación menos de impuestos, de manera que el Gobierno se puede estar «disparando un tiro en el propio pie» porque deja de recaudar impuestos.
A su juicio, la solución es «muy fácil» y «no va de cambiar la regla de WLPT», sino de implantar esa regla como han hecho otros países como Francia o Portugal «moviendo la curva y manteniendo el mismo nivel de carga impositiva», lo que provocará un «impacto positivo» en la demanda, en la recaudación de impuestos, en el empleo y medio ambiente.
VEHÍCULO ELÉCTRICO
Por otra parte, en relación a la evolución del vehículo eléctrico, el directivo de Skoda ha manifestado que, en cuanto a gama y autonomía, los fabricantes «han hecho los deberes», pero ha incidido en los puntos de recarga en el país. Ha reconocido que su precio es caro, aunque cree que el Gobierno tiene la «clara decisión» de seguir apoyando la adquisición de estos vehículos para que «crezca» este mercado.
En relación a las perspectivas de cara a 2021, ha dicho que las noticias del ámbito sanitario permiten tener cierta «visibilidad» en 2021 y cree que tendrán 12 meses operativos, de manera que confía en contar con una potencia del mercado un 20% superior a la de 2020. Como marca, confían en que Skoda siga creciendo el próximo ejercicio.
En la misma línea, el consejero delegado de Fiat Chrysler Automobiles, Alberto de Aza, ha insistido en que, dada la dificultad existente, si se añaden «tensiones en los precios debido a la presión fiscal», se complica la situación y la previsiones.
Alberto de Aza ha explicado que una subida impositiva, derivada de la aplicación de la WLTP, puede ser «un golpe muy fuerte», que se va a traducir en «una caída de la demanda» y que tendrá «sin ninguna duda, un impacto en el empleo y, al final, en la economía.
Por ello, cree que el Gobierno debe escuchar lo que se dice desde el sector y desde otros mercados, como pueden ser Francia y, en este sentido, confía en que «escuchará y protegerá los intereses, ya no del sector, sino del país». «Espero que antes de que termine el año tengamos buenas noticias», ha dicho.
A su juicio, de aquí a 2030 habrá un incremento «enorme» del parque electrificado y «la idea es que a partir de 2040 no existan coches de combustión». En todo caso, considera que convivirán diferentes tecnologías y no cree que la eléctrica sea la única. En este sentido, prevé que la pila de hidrógeno puede ser «una oportunidad» para España.
Alberto de Aza ha querido ser positivo de cara a la evolución del sector en 2021, pero ha insistido en que «el riesgo de caída en el mercado es importante» si la administración no ayuda con una renovación de los planes Move y Renove para «eliminar el viejo parque automovilístico» y con una «fiscalidad moderna y adecuada». No obstante, confía en que la cifra de «un millón de coches vaya a estar ahí».
Por su parte, desde Faconauto Marta Blázquez ha afirmado que, si el Gobierno no modifica su posición en relación al impuesto de matriculación, va a ser «un mazazo para el mercado y el sector» y espera que se evite un impacto «muy fuerte en la rentabilidad y el empleo».
A su juicio, sería un «desatino, un error y poner palos en las ruedas» que no se modificara esta posición y también que no continuaran los planes Renove y Move.
Blázquez también ha reflexionado sobre el vehículo eléctrico y ha asegurado que existen unas «barreras» que «no dependen del cliente». Según ha sostenido, los fabricantes ya tienen unas «gamas excepcionales» de vehículos ‘cero emisiones’, pero se debe incidir en puntos de recarga públicos.
Sobre las previsiones de cara al próximo ejercicio, ha afirmado que sus estimaciones eran crecer un 20% y las van a mantener, porque «otro escenario llevaría al desastre».
Por su parte, el presidente de BMW Group, Manuel Terroba, ha asegurado que «lo último que se puede hacer es generar más incertidumbre en el sector» y, tras defender la necesidad de un marco global de fiscalidad, ha criticado que se «penalice al consumidor mediante el pago de impuestos», cuando el coche y el nivel de emisiones «es el mismo».
En relación al vehículo eléctrico, ha señalado que las marcas han «hecho los deberes» con inversiones en tecnología y en distintas gamas entre vehículos híbridos y eléctricos, pero es un mercado que «no tiene todavía esa demanda. «Oferta la tenemos todo el sector», ha añadido.
A su juicio, la electrificación se va a acelerar pero «no se debe forzar artificialmente» cuando la infraestructura para su desarrollo no está «preparada» y, en este momento, «falta seguridad» en relación a la recarga de los vehículos.
Asimismo, como el resto de ponentes, ha incidido en que se deben mantener las herramientas para incentivar el cambio del parque de automóviles por otro nuevo «con emisiones más sostenibles». Terrabo ha querido mostrarse optimista respecto a la evolución del sector en 2021 y ve un mercado «con ligero crecimiento».
Por último, el director general de Kia Motors Iberia, Eduardo Divar, se ha mostrado muy pesimista sobre un cambio de postura en el Gobierno y ve complicado que se puedan aumentar los tramos para que los coches que emiten lo mismo «no paguen más».
También ha defendido la necesidad de que continúen los planes Renove y Move, aunque se ha mostrado muy crítico con la gestión realizada por las administraciones.
Divar, que ha defendido suprimir el IVA de los coches eléctricos, cree que esa tecnología ha venido para «quedarse», pero «porque ha venido impuesto por el regulador». A su juicio, lo que más preocupa ahora al consumidor no es la autonomía de estos coches, sino la falta de infraestructuras rápidas de recarga y, sólo cuando eso quede garantizado, «triunfará» esta tecnología.
Respecto a sus previsiones, ha afirmado que no dan el año «por perdido» y espera que Kia acabe como marca número uno en el segmento de particulares, un puesto que confía en revalidar en 2021. Divar cree que el mercado pueda estar más cercano al millón que a las 900.000 unidades y, en su caso, situarse en 56.000 o 57.000 unidades.