Desde hace un par de años, hemos visto que en los refrigerados de los supermercados, junto a los yogures, aparece un nuevo producto que hasta hace poco desconocíamos. Se trata de kéfir, un producto probiótico de leche fermentada a medio camino entre el yogur y la cuajada. A pesar de que su origen es milenario, especialmente en los países próximos al Cáucaso, de donde procede, en nuestro país su consumo ha surgido hace relativamente poco. Sin embargo, parece que lo ha hecho para quedarse, entre otras cosas porque tiene más beneficios nutricionales que los yogures. Pero es que además se puede hacer con mucha facilidad. Te contamos todo sobre la bebida estrella.
5Los beneficios del kéfir
Como te hemos dicho al principio, el kéfir como probiótico tiene muchos beneficios nutricionales, especialmente reconocidos son los que tienen que ver con la mejora de la flora intestinal o la digestión. Además, elimina los problemas de estreñimiento. También se le reconocen efectos para ayudar en las infecciones por hongos o en problemas cutáneos como los eccemas. Es rico en vitaminas del grupo B (B1, B5, B9 y B12, biotina) y vitamina K; así como en aminoácidos esenciales y proteínas de fácil digestión.